La cultura organizacional es “un conjunto de elementos que delimitan una serie de normas que sirven de guía para el comportamiento de todos los integrantes de la organización”. Estos elementos deben ser aceptados por los mismos, ya que son los que hacen única a esa organización.
Por lo tanto la cultura organizacional está formada por:
los valores
las creencias
los rituales
y la imagen corporativa.
Los elementos de la cultura organizacional de una empresa explicados
En este apartado nos dedicaremos a definir y explicar cade uno de los elementos recién mencionados:
Valores
Los valores son construcciones culturales que establecen principios para guiar la conducta de los miembros de una empresa y sirven como marco de referencia para discernir entre lo que está bien y lo que está mal. En este contexto, entran en juego la ética y la moral.
Dentro de los valores de una empresa, se pueden incluir ejemplos como el buen trato a los empleados, el cumplimiento de las leyes, evitar actos de colusión y el cuidado del medio ambiente mediante la implementación de acciones de Responsabilidad Social Empresarial.
Creencias
Las creencias son fuertes convicciones sobre cómo son las cosas, en las cuales la razón y la lógica no entran en juego.
Dentro del marco de la cultura organizacional, las creencias juegan un papel preponderante, ya que estas convicciones, como creer en tu negocio a pesar de las críticas y adversidades, pueden sacar adelante tu empresa. Por ejemplo, el dueño de Walmart, a quien le decían que su modelo de negocio iba a fracasar, creyó en él y siguió adelante hasta lograr que Walmart se convirtiera en una de las empresas más grandes del mundo. En este YouTube Shorts de nuestro canal te contamos la historia.
Rituales
Los rituales son actos o costumbres que se repiten invariablemente por algún motivo determinado.
En el ámbito de la cultura organizacional, los rituales se pueden reflejar, por ejemplo, en las cenas o fiestas que las empresas organizan a fines de diciembre para celebrar el fin de año.
Estos tres primeros elementos de la cultura organizacional se refieren más a los contextos organizacionales internos que a los externos, y por tal motivo, es muy probable que la sociedad no los conozca. El cuarto elemento, la imagen corporativa, por el contrario, se refleja en los contextos externos, y lo explicaremos a continuación.
La imagen corporativa como forma de identificarse ante la sociedad
La imagen corporativa de una organización es el conjunto de símbolos gráficos y frases que ayudan a la empresa a hacerse conocida y diferenciarse de la competencia y del resto de las empresas.
Si bien todos los elementos de la cultura organizacional de una empresa son importantes, la imagen corporativa se destaca del resto porque es el más reconocible de todos ellos, ya que es el único que se muestra a la sociedad.
La imágen corporativa de una empresa está compuesta de cuatro elementos, ellos son:
Misión y visión
Marca
Slogan
Imagen gráfica
Misión y visión de una empresa
La misión: Es la razón de ser de la empresa, es decir los motivos por cuales los fundadores crearon la empresa.
La visión: Son las ideas de los líderes de la empresa acerca de su futuro.
La marca: Es el nombre de la empresa o producto.
El eslogan: Es la frase que acompaña a la marca y que le sirve para reforzar la recordación de la marca.
La imágen gráfica: Son los dibujos que acompañen a la marca, como otra forma de reforzar la recordación de la misma, la misma se hace a través de los logotipos.
Por lo tanto, a la hora de iniciar un proyecto, definir de la manera más precisa estos elementos de la cultura organizacional será crucial, porque a partir ella, se definirán no sólo la manera en la que nos mostraremos a la sociedad, sino que también nos servirá de guía para todas las tomas de decisiones organizacionales, para la creación de los planes tácticos y estratégicos, para la definición de los objetivos organizacionales y mucho más.
Para finalizar te compartimos el vídeo de nuestro canal de Youtube sobre el tema.
Las organizaciones no actúan solas o en forma aislada, sino que lo hacen dentro de un sistema más grande llamado contexto. El contexto de una organización hace referencia a todo con lo que interactúa con las organizaciones ya sea por dentro o fuera de la misma y que afectan directamente con el accionar de la empresa.
Estas inteacciones están influenciadas tanto por fuerzas directas, como por fuerzas indirectas. Estas fuerzas pueden asumir diversos comportamientos a lo largo del tiempo,ya que muchas veces actúan de manera imprevisible, pudiendo ser beneficiosos o perjudiciales para el bienestar de la organización.
Las fuerzas directas e indirectas de una organización
Las fuerzas directas de una organización
Son aquellas con las que la empresa se relacionan a diario y su impacto sobre el comportamiento de la misma es casi inmediato. Recordemos que estos impactos pueden ser tanto positivos como negativos. Dentro de estas fuerzas encontramos a:
Los proveedores: Es decir aquellos que nos venden o proveen de las mercancías o materias primas que necesitaremos para vender y/o producir.
Los clientes: Todas aquellas personas o empresas que adquieren nuestros productos o servicios que ofrecemos,.
La competencia: Aquellas empresas que ofrecen productos y servicios similares a los nuestros y con los que peleamos por el mismo público objetivo.
Los recursos humanos: Es decir, todas aquellas personas que trabajan en nuestra empresa a cambio de un salario.
El sistema financiero: Constituido por los bancos o entidades financieras que ayudan a administrar e invertir el dinero de la empresa.
Los sindicatos: Son los organismos que agrupan a trabajadores de un mismo rubro o gremio para pelear entre otras cosas por mejores sueldos o condiciones de trabajo.
Fuerzas indirectas de una organización
En estas fuerzas la relación no es tan cotidiana como en los casos anteriores y el impacto, por lo tanto, tampoco es tan inmediato. En estas fuerzas encontramos a los:
Factores sociales: Las influencias que tiene y ejerce la sociedad sobre la empresa.
Factores económicos: La influencias positivas o negativas que producen en la empresa las medidas macroeconómicas implementadas en un país.
Factores políticos: Al igual que con la macroeconomía las decisiones políticas también pueden influir positiva o negativamente en el desarrollo de una empresa.
Factores tecnológicos: Con la evolución exponencial que están teniendo los avances tecnológicos, el no uso de los mismos llevará a usar tecnología obsoleta que redundará en quedar afuera del mercado.
Factores culturales: Toda sociedad promulga y promueve sus propios valores culturales a los cuales habrá que adaptarse.
Factores geográficos: También las condiciones geográficas de cada lugar jugaran un papel primordial sobre la influencia que ejerce sobre las empresas.
Otras fuerzas influyentes
También existen otros factores que influyen en el contexto que son la incertidumbre, es decir no saber qué va a pasar en el futuro, que será mayor en entorno turbulentos que en los estables, y las posibilidades de crecimiento que existan.
¿Cuál es la importancia del contexto organizacional?
La importancia de conocer cómo es el contexto organizacional, es de vital importancia, el mismo, a través de ambas fuerzas que la influencia (tanto la directa, como la indirecta), serán las que determinen como esa organización debe funcionar para adaptarse mejor a dichos contextos que son los influencian sobre su accionar y principalmente para el logro de los objetivos organizacionales propuestos.
Conclusiones
Conocer los contextos organizacionales es una parte fundamental del éxito empresarial, ya que permite a las organizaciones adaptarse a cambios del mercado, mejorar la toma de decisiones estratégicas y comprender mejor lo que sucede internamente. Esto asegura la alineación de objetivos y recursos con la misión y visión empresarial. Por lo tanto, entender el contexto organizacional es esencial para lograr un desempeño sostenible y competitivo a lo largo del tiempo.
Al espacio o ambiente organizacional se lo puede dividir en:
Especio físico interno
Espacio físico externo
Veamos cada uno de ellos:
Espacio organizacional interno
El espacio físico interno es el que está relacionado al propio uso de la empresa, es decir, a sus oficinas, locales, sucursales, sedes, planta de producción, etc., y a todo lo que sucede dentro de las mismas en su ambiente interno. Cada organización tiene su propia impronta, sus formas de trabajo, relaciones de autoridad, etc., que las hacen únicas e irrepetibles y por eso los ambientes internos de cada uno serán distintos unos de otros.
Espacio organizacional externo
Por su parte, el espacio físico externo es aquel en cual la organización ejerce su influencia. En él están involucrados todos los elementos que están fuera de la organización pero que están estrechamente relacionados con la misma. Esto recibe el nombre de contexto, que se puede ver más desarrollado en el siguiente link:
Pensemos en la palabra ‘organización’ y en las múltiples ocasiones en que la utilizamos para diferentes contextos u ocasiones. A partir de esto, distinguiremos dos acepciones del uso de la palabra ‘organización’ que analizaremos por separado.
El primer contexto en el que se emplea la palabra ‘organización’ se refiere a la acción concreta de planificar o estructurar algo. Por ejemplo: ‘¿Y si organizamos un partido de fútbol?’; ‘Tenemos que coordinarnos para comprar los buzos de egresados’; ‘Necesitamos planificar la fiesta de 15 de Felicitas’. Podríamos seguir enumerando innumerables ejemplos similares.
El segundo contexto en el que utilizamos la palabra ‘organización’ está estrechamente relacionado con el mundo empresarial y la administración de empresas. En sí misma, una empresa se considera una organización, ya que, como veremos más adelante, posee su propio funcionamiento y características que le otorgan su identidad única. Por lo tanto, tanto una estación de servicio, un club de fútbol, una gran corporación multinacional como un pequeño negocio familiar, todos comparten la cualidad fundamental de ser organizaciones. En este artículo de Ensamble de Ideas, nos centraremos principalmente en esta segunda acepción.
¿Qué es una organización?
Definición de organización
“Una organización es un sistema social conformado por personas que comparten valores y trabajan de manera coordinada para llevar a cabo actividades destinadas a alcanzar objetivos compartidos. Cada persona dentro de la organización desempeña un rol o tarea específica, de modo que todos conocen su función en el conjunto”.
Si desglosamos la definición de organización y aplicamos este análisis a cualquiera de los ejemplos que mencionamos anteriormente, veremos que se ajustan a los principios fundamentales de las organizaciones. Estos principios son:
Son sistemas sociales: En primer lugar, son sistemas porque operan según características comunes, a los sistemas, como por ejemplo, la coordinación para lograr objetivos compartidos, tal como se describe en este artículo de nuestro blog. Además, al estar compuestos por individuos, adquieren la categoría de sistemas sociales.
Existen valores compartidos: Los valores son construcciones culturales o creencias que guían la toma de decisiones. Esto es evidente en todos los ejemplos, ya sea en un grupo de amigos que comparten valores como la honestidad y la responsabilidad para que una fiesta sea exitosa, o en una empresa donde la cultura organizacional se basa en valores compartidos.
Existe división de tareas: La división de tareas es esencial para el éxito de cualquier organización. Ya sea en el contexto empresarial, donde se basa en los principios del taylorismo, o en una organización informal, como la planificación de una reunión con amigos, donde cada uno asume una responsabilidad específica, como la música, la decoración o la comida.
Existe al menos un objetivo en común: El objetivo compartido es el cimiento principal de cualquier organización. Es la razón por la que nos organizamos, ya sea para la fiesta de 15 de Felicitas, la compra de los buzos de egresados o para alcanzar metas económicas en una empresa. Es importante tener en cuenta que estos objetivos tienen que ser: Específicos, Medibles, Alcanzables, Realistas y Cuantificables, como se explica en este artículo de Ensamble de Ideas sobre ‘Cómo redactar objetivos SMART’.
La organización en administración: Todo lo que tienes que saber
Desde una perspectiva de administración, las organizaciones, además de cumplir con los principios mencionados y explicados en la definición, tienen otras características distintivas que las destacan de otro tipo de organizaciones. Estas incluyen:
Generan empleo: Las organizaciones desempeñan un papel fundamental al generar empleo, lo que contribuye al desarrollo personal de las personas y al progreso de la sociedad en la que operan.
Producción de bienes y servicios: Las organizaciones en administración desempeñan diversas funciones dentro de los distintos sectores económicos de la región en la que operan. Esto puede incluir actividades como la extracción de recursos naturales, la producción de bienes y/o la prestación de servicios. Estas funciones son esenciales para la economía y para mejorar la calidad de vida de la comunidad.
Son parte integral de la sociedad: Las organizaciones son elementos fundamentales en la estructura de la sociedad, y su influencia se extiende a numerosos aspectos de nuestra vida cotidiana. Mantienen relaciones interconectadas con individuos y entidades gubernamentales, lo que crea una red de vínculos que inciden en diversos aspectos de nuestra vida. Esta relación triangular entre empresas, el Estado y las familias se examina en economía a través de lo que se conoce como el ‘Diagrama de Flujo Circular’.
Tienen objetivos económicos: Las organizaciones en administración tienen objetivos económicos que pueden ser lucrativos o no lucrativos, dependiendo de cómo utilicen sus beneficios o ganancias. Esto refleja su misión y su enfoque, ya sea en la generación de ingresos financieros para beneficio propio de los dueños o accionistas o la utilización de los beneficios en la prestación de servicios de beneficio público.
Características de las organizaciones: Las Claves Más Allá de su Función
Como vimos las organizaciones en administración cumplen premisas clave como generar empleo, producir y/u ofrecer bienes y servicios, que tienen un rol clave dentro de la sociedad y que buscan generar réditos económicos, pero al mismo tiempo, tienen otras características clave que se pueden añadir a todas las anteriores. Estas son:
Necesitan utilizar distintos recursos e información permanentemente.
Deben ser dinámicas.
Tienen distintos grados de complejidad.
Se las pueden clasificar de distintas formas.
Adapotan alguna forma jurídica.
Los recursos organizacionales: La Columna Vertebral de las Empresas
Para llevar a cabo sus operaciones comerciales de manera efectiva, las empresas necesitan una amplia gama de recursos. Estos recursos abarcan desde materiales como herramientas, mobiliario y vehículos (recursos materiales) hasta el factor humano, con individuos desempeñando funciones clave (recursos humanos). Además, se requiere capital financiero, ya sea en efectivo o a través de financiamiento (recursos financieros), y tecnología que simplifique y agilice las operaciones diarias (recursos tecnológicos).
Además de considerarse un recurso invaluable, la información se erige como un pilar inamovible en el ámbito empresarial. Su valor es incalculable cuando se trata de tomar decisiones estratégicas efectivas. Hoy en día, las empresas invierten considerablemente en la gestión de información, reconociendo su importancia fundamental. Para que la información sea verdaderamente efectiva, debe poseer las siguientes cualidades:
Ser útil y relevante para la toma de decisiones.
Ser confiable y estar respaldada por datos sólidos.
Mantener una objetividad imparcial.
Ser lo más completa posible para brindar una visión integral de la situación.
La Vital Importancia del Dinamismo en las Organizaciones
Las organizaciones no operan en un vacío de manera aislada, sino que están inmersas en un sistema mucho más amplio, conocido como contexto organizacional. Este contexto está influenciado por diversas fuerzas que ejercen su impacto de manera directa o indirecta. Estas fuerzas pueden manifestarse de maneras diversas y, en ocasiones, actuar de manera impredecible, pudiendo ser en ocasiones beneficiosos para la empresa, como en otros casos perjudiciales para el bienestar de la organización.
Por lo tanto, es esencial que las organizaciones estén atentas a estos cambios en su contexto y sean capaces de actuar con dinamismo y rapidez para implementar las acciones correctivas necesarias a tiempo. Esta capacidad de adaptación les permite no solo sobrevivir sino también beneficiarse de los cambios en su entorno. Por el contrario, si las organizaciones permanecen estáticas ante tales cambios, es probable que enfrenten dificultades y se encaminen hacia el fracaso.
Un ejemplo elocuente de la necesidad de adaptación dinámica se evidenció durante la pandemia por COVID-19. Muchas empresas se vieron obligadas a reajustar sus operaciones para sobrevivir y continuar brindando servicios a sus clientes, incluso cuando las restricciones sanitarias exigían el cierre o la reducción de horarios en sus locales.
La Diversidad de Niveles de Complejidad en las Organizaciones
Un rasgo distintivo de las organizaciones es la variabilidad en sus niveles de complejidad. Algunas organizaciones pueden operar con estructuras simples y sencillas, caracterizadas por un grado de complejidad relativamente bajo. Tomemos, por ejemplo, un pequeño comercio de barrio, donde la operación es directa y se centra en atender las necesidades locales de la comunidad. Aquí, la estructura organizacional puede ser bastante simple, con roles y responsabilidades claramente definidos.
Por otro lado, encontramos organizaciones que se ubican en el extremo opuesto del espectro de complejidad. Estas entidades, como hospitales o bancos, requieren estructuras mucho más grandes y complejas para abordar las diversas demandas de sus operaciones. En un hospital, por ejemplo, la gestión de pacientes, el personal médico y de apoyo, la infraestructura y la coordinación de servicios médicos especializados requieren una estructura organizacional intrincada.
Entre estos dos extremos, se encuentran organizaciones con niveles variables de complejidad, dependiendo de su tamaño, alcance geográfico, industria y objetivos. La comprensión de la complejidad de una organización es esencial para diseñar una estructura organizativa efectiva que se adapte a sus necesidades y metas específicas.
Existen distintos tipos de organización.
Con el fin de lograr una estructura más ordenada, todas las empresas u organizaciones pueden ser categorizadas o agrupadas utilizando ocho criterios distintos:
En función del sector de la economía en el cual desarrollan su actividad principal.
Basado en su figura legal (forma jurídica).
De acuerdo con su tamaño.
Según la propiedad del capital.
Considerando el alcance geográfico que limita su actividad.
Según su origen o nacionalidad.
En función de los productos o servicios que ofrecen al mercado.
Según como destinen sus beneficios o ganancias.
La explicación en detalle de cada uno ellos se puede ver más en detalle en el siguiente link:
Diversidad de Personerías Jurídicas para las Organizaciones
Si bien muchas organizaciones pueden surgir de manera informal y funcionar así durante un tiempo, es aconsejable que, en algún punto, adopten una forma de personería jurídica reconocida por el Ministerio de Justicia. Esto garantiza que sus derechos y obligaciones queden claramente definidos y protegidos.
En Argentina, existe una amplia variedad de categorías o formas para registrar formalmente una organización. Entre las opciones más comunes se encuentran:
Asociación Civil: Esta es una entidad sin fines de lucro que se forma con el propósito de llevar a cabo actividades culturales, deportivas, sociales o benéficas. Se rige por la Ley 24.057 y requiere de un estatuto y una comisión directiva.
Fundaciones: Las fundaciones también son organizaciones sin fines de lucro, pero se enfocan en actividades de bienestar social, educación, salud, o investigación. Están reguladas por el art 193 del nuevo Código Civil y Comercial. También hay que seguir los pasos que dictamina la Inspección General de Justicia.
ONG (Organización No Gubernamental): Estas organizaciones se dedican a una variedad de causas sociales, desde derechos humanos hasta medio ambiente. Operan bajo la figura de asociaciones civiles o fundaciones y buscan promover el cambio social.
Tipos Societarios: Algunas organizaciones optan por adoptar estructuras societarias, como Sociedad Anónima (S.A.), Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L.), o Sociedad de Hecho (S.H.). Estas organizaciones pueden tener fines de lucro y se rigen por la Ley 19.550 y sus reformas.
Es importante destacar que cada forma de personería jurídica tiene sus propios requisitos legales y fiscales, así como sus beneficios y limitaciones. La elección de la forma adecuada dependerá de los objetivos y actividades específicas de la organización. Además, es fundamental cumplir con todas las regulaciones y leyes vigentes para operar de manera legal y transparente.
A continuación te compartimos algunos liks donde se detallan los pasos y requisitios legales para constituir Asociacioes Civiles, Fundaciones u ONGs en distintas jurídicciones en Argentina:
Para finalizar les compartimos el vídeo de nuestro canal de Youtube con la explicación acerca de qué es una organización.
Conclusiones
Como hemos explicado a lo largo de este artículo, el mundo de las organizaciones en administración es complejo y diverso, con muchas facetas a considerar. Cada organización es única y, por lo tanto, tiene su propio grado de complejidad, necesidades de recursos e información específicos, nivel de dinamismo y objetivos distintivos, además de elegir la forma legal más conveniente según su contexto y propósito.
En resumen, la adaptabilidad, la transparencia y la responsabilidad social son factores cruciales en cualquier tipo de organización. Una gestión sólida puede marcar la diferencia, independientemente de la forma que adopte tu organización.
Siempre es importante buscar orientación profesional y legal cuando sea necesario, ya que tomar decisiones informadas es esencial para el éxito continuo de tu organización.
En un experimento científico, ya sea de física, de química u otra disciplina de las ciencias naturales, es muy común tener que realizar mediciones y, con ellas, establecer múltiples operaciones que lleven a diversas conclusiones. De esta manera, es importante reconocer cuáles son los factores que producen o afectan un fenómeno que estamos estudiando.
Una variable es todo aspecto susceptible de modificar su valor en un experimento.
Muchos fenómenos estudiados durante una experiencia dependen de diversas variables, que son necesarias para obtener resultados correctos en el laboratorio. Estas son esos factores importantes que debemos tener en cuenta a la hora de la experimentación y se definen como aquellos datos que pueden cambiar de valor en el curso de una experiencia. Es necesario prestar atención a todas las posibles variables que aparezcan en un experimento.
Consiguientemente, se deben eliminar aquéllas variables que no afecten significativamente al resultado o que importen muy poco (a manera de ejemplo, podemos citar la variable “edad del experimentador”: esta variables es insignificante para el estudio del valor de la gravedad terrestre en un sitio determinado, pero es significativa para estudiar la incidencia de una enfermedad endémica en dicho sitio). Llegado el momento, se deberá modificar cada una de las variables del experimento para estudiar el fenómeno.
Existen tres tipos de variables que a continuación detallaremos:
Los tipos de variables
En la investigación científica, las variables se utilizan para describir y medir los diferentes factores que pueden influir en el resultado de un experimento. Hay tres tipos principales de variables: independientes, dependientes y controladas. Cada una de estas variables desempeña un papel único en el proceso científico y ayuda a los investigadores a extraer conclusiones válidas de sus experimentos. En este artículo, exploraremos estos tres tipos de variables y proporcionaremos ejemplos de cómo se utilizan en la investigación científica.
Variables Independientes
Las variables independientes son aquellas variables que el investigador manipula o cambia deliberadamente en un experimento. Estas variables son elegidas por el investigador para probar su hipótesis y ver cómo afectan a la variable dependiente. Por ejemplo, en un experimento que prueba los efectos de la cafeína en la alerta, la variable independiente es la cantidad de cafeína consumida por los participantes. El investigador puede variar la cantidad de cafeína para ver cómo afecta a la alerta, que es la variable dependiente.
Otro ejemplo de una variable independiente es la edad de los participantes en un estudio. Los investigadores pueden querer investigar cómo la edad afecta a la función cognitiva, por lo que seleccionan deliberadamente a participantes de diferentes grupos de edad y comparan su rendimiento en tareas cognitivas. En este caso, la edad es la variable independiente.
Variables Dependientes
Las variables dependientes son las variables que se miden u observan en un experimento. Se llaman “dependientes” porque sus valores dependen de la variable independiente. En nuestro ejemplo de los efectos de la cafeína en la alerta, la alerta es la variable dependiente. Es la variable que se ve afectada por la cantidad de cafeína consumida por los participantes. El investigador mide la alerta para determinar el efecto de la cafeína en ella.
Otro ejemplo de una variable dependiente es la cantidad de pérdida de peso en un programa de pérdida de peso. Los investigadores pueden querer probar la eficacia de una dieta o programa de ejercicio en particular, por lo que miden la cantidad de peso perdido por los participantes que siguen el programa. En este caso, la cantidad de peso perdido es la variable dependiente.
Variables Controladas
Las variables controladas son las variables que se mantienen constantes en un experimento. Se utilizan para garantizar que cualquier cambio en la variable dependiente se deba a cambios en la variable independiente y no a otros factores. Por ejemplo, en un experimento que prueba los efectos de la cafeína en la alerta, la temperatura en la habitación podría ser una variable controlada. El investigador mantendría la temperatura constante durante todo el experimento para garantizar que no afecte a la alerta.
Otro ejemplo de una variable controlada es el tipo de instrumento de medición utilizado en un experimento. Los investigadores pueden querer investigar el efecto de un tratamiento particular en la presión arterial, por lo que utilizan el mismo tipo de manguito de presión arterial para medir la presión arterial de todos los participantes. Esto asegura que cualquier cambio en la presión arterial se deba al tratamiento y no a diferencias en el instrumento de medición.
Siguiendo con temáticas relacionadas con la ecología, es hora de hablar sobre uno de los términos más importantes de esta disciplina: las sucesiones ecológicas. Las sucesiones ecológicas son una serie de cambios lineales y direccionales en los atributos de una comunidad desencadenados por un disturbio. ¿Qué significa esto? Vayamos por parte: aunque sepamos que todos los atributos cambian, durante una sucesión ecológica la composición de especies se ve modificada debido al reemplazo, ya sea por extinción o colonización.
No hay que pensar que todos los cambios que ocurren en un ecosistema es una sucesión ecológica. Por ejemplo, si ciertas especies crecen en un pastizal templado durante la primavera y, en verano, otras especies avanzan y reemplazan las anteriores, estamos en presencia de un cambio estacional cíclico, que no es una sucesión. Podemos pensar en que estos cambios ocurrirán cada año y no se producen por los llamados disturbios, de los cuales hablaremos más adelante.
Es evidente que la dinámica de las comunidades (y, por ende, las sucesiones ecológicas que ocurren en los ecosistemas) dependen de múltiples factores. Estos factores pueden ser externos o internos. Diferenciemos cada uno de ellos:
¿De qué factores dependen las sucesiones ecológicas?
Los factores internos hacen referencia a las relaciones interespecíficas; es decir, este tipo de factores incluyen el mutualismo, la predación, la competencia y otras interacciones entre especies de un ecosistema.
Los factores externos, por su parte, son los disturbios, que son eventos externos que alteran un sistema. Los disturbios cambian la estructura y el funcionamiento de un ecosistema, por lo que su estudio es de gran importancia para un ecólogo.
¿Qué tipos de disturbios existen?
De acuerdo al origen del disturbio, podemos clasificarlos de acuerdo a dos grandes grupos:
Disturbios Naturales: tales como erupciones volcánicas, terremotos, inundaciones, caídas de árboles, etc.
Disturbios Antrópicos: tales como el pastoreo, la tala de árboles, la contaminación o actividades agrícolas.
De acuerdo a sus características, se pueden clasificar:
Según su predictibilidad: algunos pueden ser predecibles o no. Un ejemplo de esto suceder en ecosistemas del Delta del Paraná. Imaginemos una población que vive a orillas de un río. Es esperable para dicha población que ocurra una inundación; es decir, es predecible que ocurra, mas no es predecible que ocurra en una población alejada del delta.
Según su intensidad, que tiene relación con el grado de perturbación del ecosistema. En esto se ponen en juego el estudio del área afectada y cuánta biomasa removió el disturbio.
Según su frecuencia: algunos disturbios son esporádicos (como un rayo que parte un árbol y lo hace caer) o son recurrentes (como una sequía que afecta una zona todos los años por un tiempo determinado y predecible).
Las sucesiones ecológicas – Ensamble de Ideas – Copyright MMXXII
Llamamos metabolismo basal a la cantidad de energía usada por el organismo únicamente para mantenerse con vida; es decir, no contamos el gasto adicional por la digestión ni por movimientos musculares, por ejemplo. Sólo para nombrar algunos ejemplos de metabolismo basal, diremos que el metabolismo basal de un adulto joven es de unas 1600 Kcal diarias.
En el caso de una mujer joven, este valor se reduce en un 5%. Pero, ¿a qué hacemos referencia cuando hablamos de metabolismo basal en palabras más sencillas? Según el libro “Biología” de Claude A. Ville, de Editorial Mc. Graw Hill, debemos imaginarnos una persona que hipotéticamente se encuentre durmiendo durante 24 horas, sin levantarse para ir a comer o para ir al baño. En tales condiciones, nuestra persona imaginaria gastaría unas 1600 kilocalorías sólo para mantenerse vivo.
¿Cómo se calcula el metabolismo basal?
Existen varias fórmulas para calcular el metabolismo basal, siendo las más comunes la fórmula de Harris-Benedict y la fórmula de Mifflin-St Jeor.
Fórmula de Harris-Benedict :
Para hombres:
\(\text{MB} = 88.362 + (13.397 \times \text{peso en kg}) + (4.799 \times \text{altura en cm}) – (5.677 \times \text{edad en años})\)
Para mujeres:
\(\text{MB} = 447.593 + (9.247 \times \text{peso en kg}) + (3.098 \times \text{altura en cm}) – (4.330 \times \text{edad en años})\)
Fórmula de Mifflin-St Jeor:
Para hombres:
\(\text{MB} = (10 \times \text{peso en kg}) + (6.25 \times \text{altura en cm}) – (5 \times \text{edad en años}) + 5\)
Para mujeres:
\(\text{MB} = (10 \times \text{peso en kg}) + (6.25 \times \text{altura en cm}) – (5 \times \text{edad en años}) – 161\)
Curiosidades
¿Por qué bajamos de peso cuando estamos enfermos?
Es importante mencionar que existe una forma más sencilla de expresar el metabolismo basal de una persona sabiendo que, justamente, un adulto joven normal utiliza 40 Kcal/m² por hora. Supongamos que otro adulto joven tiene un gasto metabólico basal de 50 kcal por metro cuadrado de superficie corporal, por hora. Su ritmo será:
\( \frac{50-40}{40}\cdot 100= 25\)
Esto significa que su gasto metabólico es un 25% superior a lo normal, lo cual se puede expresar como: METABOLISMO BASAL = + 25.
Cuando la temperatura aumenta, las reacciones químicas tienden a acelerarse. Es sabido que la velocidad de reacción se ve afectada por la temperatura, por supuesto. El metabolismo basal aumenta en un 5% por cada grado centígrado que aumenta la temperatura corporal. Eso responde la pregunta de por qué perdemos peso durante las enfermedades (no te olvides de que, cuando nos sentimos mal, tendemos a comer menos).
¿Cómo se mide el metabolismo basal?
El calor desprendido por un sujeto permite que se mida el metabolismo basal. ¿Pero cómo? El individuo es colocado en una cámara aislada, rodeada de agua. De esta manera, se pueden medir los aumentos de temperatura de las paredes de agua y del aire del recinto. Existe otra manera más simple: la cantidad de calor producido puede ser
El metabolismo basal – Ensamble de Ideas – Copyright MMXXII