Search for:
El Modelo de Ptolomeo y el Modelo de Copérnico. Diferencias entre los 2 modelos
modelo ptolomeo
El Modelo de Ptolomeo y el Modelo de Copérnico.

¿Cuáles fueron los elementos que definieron las diferencias entre el modelo de Ptolomeo y el modelo de Copérnico? ¿Por qué se ha denominado “revolución” a este cambio de paradigma científico? En este artículo, se responderán estas preguntas y muchas otras que abarca el estudio de la Epistemología.

El modelo de Ptolomeo

modelo de ptolomeo
Claudio Ptolomeo – Modelo de Ptolomeo

Claudio Ptolomeo vivió en el Egipto helenizado siglos antes de nuestra era. Su obra más importante es el Almagesto, siendo esta la más famosa creación de astronomía griega que se conservó.

Dicho texto se ha elaborado a partir de un gran número de observaciones astronómicas con el propósito de establecer un modelo numérico que permitiera predecir la posición de los planetas a futuro. Ptolomeo adopta un modelo geocéntrico, según el cual el Universo está constituido por una Tierra, fija y situada en su centro, además del Sol, la Luna y cinco cuerpos celestes denominados “estrellas errantes” que giraban a su alrededor. Como fondo, se encontraba un cielo de “estrellas fijas”, además de otros cuerpos que aparecían ocasionalmente.

La razón fundamental para considerar la tierra fija era la ausencia aparente de movimiento de las estrellas fijas. Ptolomeo sitúa a Venus como el planeta más cercano al Sol, y a Mercurio como el más cercano a la Tierra. De acuerdo con los ideales de perfección que debían ser reflejados por el Universo, los movimientos de todos estos cuerpos eran perfectamente circulares.

Sin embargo, esta exigencia filosófica de perfección chocaba con los datos procedentes de la observación, especialmente en lo relativo al movimiento de los planetas. Ptolomeo resolvió el problema proponiendo que el planeta realizaría movimientos circulares en torno a un punto, al mismo tiempo que se mueve alrededor de la Tierra. Dichos movimientos se denominan epiciclos. En otras palabras, los planetas describían pequeños círculos denominados epiciclos cuyo centro se desplazaba sobre un círculo mayor llamado deferente alrededor de la Tierra.

Los datos observacionales de Ptolomeo se ajustaban muy bien a su modelo, y los principios en los que este se basaba también coincidían con el paradigma de la época, dado que, primero, coincidían con la exigencia de perfección y, luego, con la visión cristiana del mundo. Este conjunto de factores, empezando por la validez de las predicciones y, por tanto, por la utilidad del modelo, explica que se mantuviera como único aceptado durante 1700 años, a pesar de propuestas bastante tempranas para sustituirlo por un modelo heliocéntrico.

En resumen, Claudio Ptolomeo planteó un modelo del Universo con la Tierra en el centro. En este modelo, la Tierra permanece estacionaria, mientras los planetas, la Luna y el Sol describen complicadas órbitas alrededor de ella. Esta visión geocéntrica del mundo se mantuvo casi dos mil años, por varios factores, hasta que Copérnico la modificó con su modelo heliocéntrico.

El modelo de Copérnico

Nicolás Copérnico –
El modelo de Ptolomeo y el modelo de Copérnico

Nicolás Copérnico fue un científico polaco cuya aportación más conocida es su obra De revolutionibus orbium coelestium (“Sobre el movimiento de las esferas celestiales”), en la que proponía sustituir el modelo cosmológico ptolemaico por uno diferente, en el que el Sol ocupara el centro del Sistema Solar, con la Tierra y los planetas girando a su alrededor, en órbitas circulares, y la Luna girando en torno a la Tierra. Este libro cambió el paradigma actual, generando cambios profundos de la sociedad, es decir, modificó el modo de pensar de la sociedad.

A pesar de que el modelo de Ptolomeo se ajustaba bastante bien a las condiciones tanto de validez de los datos como de contexto científico, dicho modelo generaba dudas en algunos científicos. Como es en el caso de Copérnico, quien propuso un modelo diferente al de Ptolomeo para explicar lo observado en la esfera celeste, dicho modelo puede resumirse en los siguientes puntos:

  1. El universo es esférico, pero su centro no coincide con el centro de la Tierra, asimismo esférica, sino con el centro de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Este punto, a su vez, no coincide exactamente con el centro del Sol, que está ligeramente desviado.
  2. Los planetas se encuentran en epiciclos cuyas deferentes están centradas en el Sol. Su movimiento es circular y uniforme, o bien está compuesto por movimientos circulares y uniformes.
  3. La única deferente no centrada en el Sol es la de la Luna, centrada en la Tierra.
  4. La Tierra se mueve en una deferente centrada aproximadamente en el Sol y gira una vez al día en torno a sí misma. Su eje de giro se comporta de tal manera que permanece paralelo a sí mismo, dirigido al mismo punto de la esfera de las estrellas fijas mediante el movimiento de declinación, movimiento nuevo que introdujo Copérnico por vez primera.
  5. La esfera de las estrellas fijas se encuentra a una distancia que puede considerarse infinita si se compara con la distancia que separa la Tierra del Sol. Por esta razón no se puede apreciar el efecto de paralaje.
  6. La esfera de las estrellas fijas permanece inmóvil en el espacio.
  7. Cualquier movimiento que se aprecie desde la Tierra es sólo aparente y se debe al movimiento propio de la Tierra.
  8. Los movimientos retrógrados de los planetas son sólo aparentes y resultan de la composición de los movimientos simultáneos de la Tierra y de los planetas en torno al Sol. También se explican los cambios de brillo de los planetas a lo largo de sus desplazamientos por sus órbitas.

La reacción científica a las ideas de Copérnico fue bastante seria y profunda, si bien el heliocentrismo tuvo ya precursores, como Heráclides, quien fue discípulo de Platón y sugirió la rotación de Mercurio y Venus en torno al Sol para explicar por qué estos planetas siempre se veían cerca de dicho astro, y Aristarco de Samos, que sugirió que las posiciones de los astros se explicarían más fácilmente si algunos planetas giraran alrededor del Sol.

El heliocentrismo en la antigüedad clásica había sido rechazado como resultado de un debate científico en el que se incluían pruebas mecánicas que, por aquel entonces, se interpretaban erróneamente. El mismo debate, más complejo aún, se repitió en el siglo XVI y se extendió hasta bien entrado el XVII. En él intervinieron científicos de gran valía en defensa de uno y otro modelo. Incluso se propusieron modelos que trataban de compatibilizar el ptolemaico y el copernicano, como por el ejemplo el modelo que proponía que todos los cuerpos celestes excepto la Tierra giraban en torno al Sol, mientras que éste lo hacía en torno a la Tierra, que ocupaba el centro del Universo.

El mayor problema de la polémica entre geocentrismo y heliocentrismo, sin embargo, se debió a la influencia de factores externos a los científicos. Entre esos factores, el más destacable fue el de la intervención de la Iglesia.

De revolutionibus orbium coelestium (“Sobre el movimiento de las esferas celestiales”) forma una de las obras que iniciaron un periodo histórico conocido con el nombre de revolución científica, en la cual los nuevos conocimientos -no sólo en astronomía- transformaron las visiones antiguas y medievales sobre la naturaleza y sentaron las bases de la ciencia moderna. La revolución copernicana fue fundamental en el desarrollo del mundo occidental, por las siguientes razones:

• Fue, como todas las revoluciones, una revolución de las ideas.

• Transformó el concepto que la humanidad tenía del universo y del lugar que ocupa en él.

• Invalidó la física aristotélica pues, al no coincidir el centro de la Tierra con el centro de las esferas naturales de los elementos, dejaban de ser válidas las leyes del movimiento que Aristóteles había enunciado.

• Despertó el interés de la sociedad por la cosmología. Este interés ha llegado intacto hasta nuestros días, en los que los proyectos científicos más importantes y de mayor presupuesto son los cosmológicos, ya sean los que consisten en naves no tripuladas que estudian las características del universo o naves tripuladas que nos lleven a otros planetas.

Es así, entonces, como se diferencian el modelo de Ptolomeo y el modelo de Copérnico sobre la concepción del universo.

Nuestras últimas publicaciones

El Modelo de Ptolomeo y el Modelo de Copérnico. Diferencias entre los 2 modelos – Ensamble de Ideas – Copýright MMXXII

banner biologia
Inmunidad celular: ¿emparentados con tiburones y rayas?

Introducción a la inmunidad celular

Las células T, al igual que los antígenos secretados por las células B, tienen que reconocer y trabarse a una gama casi ilimitada de antígenos. Estos poseen receptores cifrados por segmentos génicos similares. Mecanismos de la reordenación de segmentos génicos crean también receptores de las células T. Éste se encuentra solo en la superficie celular y únicamente reconoce los antígenos que estén unidos a una molécula especializada sobre otra célula diferente.

La inmunidad celular y la inmunidad humoral en los tiburones y rayas

Los tiburones y las rayas son animales fascinantes con una capacidad inmunológica sorprendente. A diferencia de los humanos y otros mamíferos, los tiburones y las rayas no tienen un sistema inmunológico basado en anticuerpos, sino que dependen en gran medida de la inmunidad celular para protegerse de las enfermedades.

En los humanos, el sistema inmunológico se compone de dos ramas principales: la inmunidad celular y la inmunidad humoral. La inmunidad humoral se basa en la producción de anticuerpos por parte de las células B, mientras que la inmunidad celular se basa en la capacidad de las células T para reconocer y destruir células infectadas por virus y otros patógenos. Sin embargo, en los tiburones y las rayas, la inmunidad celular es el principal mecanismo de defensa contra las enfermedades.

En el sistema inmunológico de los tiburones y las rayas, los linfocitos T son las células clave que desempeñan un papel crítico en la respuesta inmunológica. Los linfocitos T se dividen en dos categorías principales: los linfocitos T citotóxicos (CTL) y los linfocitos T cooperadores (Th). Los CTL tienen la capacidad de reconocer y matar células infectadas, mientras que los Th coordinan la respuesta inmunológica al ayudar a los CTL y a otras células inmunológicas a reconocer y eliminar los patógenos.

Una de las características más notables del sistema inmunológico de los tiburones y las rayas es la capacidad de sus linfocitos T para reconocer una amplia variedad de antígenos (sustancias extrañas que pueden provocar una respuesta inmunológica) con una alta especificidad. En los humanos y otros mamíferos, los linfocitos T sólo pueden reconocer un pequeño número de antígenos específicos, lo que significa que es necesario un gran número de diferentes linfocitos T para proteger contra una amplia variedad de patógenos. Sin embargo, en los tiburones y las rayas, un solo linfocito T puede reconocer y responder a múltiples antígenos, lo que les permite protegerse contra una amplia variedad de enfermedades con un número mucho menor de células.

Otra característica interesante del sistema inmunológico de los tiburones y las rayas es su capacidad para regenerar sus células inmunológicas después de una lesión o infección. En los humanos y otros mamíferos, la producción de células inmunológicas disminuye con la edad, lo que puede comprometer la respuesta inmunológica. Sin embargo, en los tiburones y las rayas, se ha observado que la producción de células inmunológicas no disminuye con la edad y que incluso pueden regenerar sus células inmunológicas después de una lesión o infección.

En el pasado, creyeron que la inmunidad celular precedió a la inmunidad humoral. El rechazo de un injerto de piel en los tiburones sugería que la inmunidad celular no era consistente y carece de especificidad. Varios observadores rechazaron que los tiburones posean células T.

Para someter a prueba esta hipótesis, se dispuso de la reacción en cadena de las polimerasas (PCR, por sus siglas en inglés), técnica capaz de producir millones de copias de un fragmento de ADN, proceso que produjo un gran numero de genes codificadores de receptores de células T. Se logró hallar en el tiburón cuatro clases de receptores de antígenos propias de las célula T de los mamíferos. Esto entrañaba una compleja diversidad pareja a la de su contrapartida humana.

la inmunidad celular en tiburones
Los genes que determinan los receptores de células T no han sufrido cambios importante desde hace 450 millones de años.

Otros trabajos insinúan que, a lo largo del curso evolutivo, genes del sistema inmunitario procedentes de distintos agregados se hallan mezclado y solapado entre sí. La agrupación de segmentos[note] V, D1, D2, J [/note] (esencialmente idénticos y repetidos una y otra vez en diversos cromosomas, junto con otros rasgos exclusivos de la genética del tiburón) aporta los medios para la rápida evolución de nuevas familias de moléculas de receptor. En mamíferos, la duplicación de segmentos de genes se ha conseguido a costa de introducir y mantener un número significativo de elementos genéticos carentes de función. En tiburones y rayas, son infrecuentes los elementos no funcionales y no tardan en eliminarse del
genoma.

El sistema de genes codificadores de anticuerpos y receptores de antígenos podrían haber derivado de un antepasado común que se asemejara mucho más al último. También habría existido un antepasado del estilo gen de anticuerpo a partir del cual surgieron ambas categorías de sistemas genéticos. Conforme avanza la caracterización del genoma de los tiburones y sus parientes cercanos, como las rayas, van apareciendo agregados de genes. Los genes de estos agregados experimentan una tasa altísima de mutaciones.

Como supervivientes de una línea evolutiva muy antigua, quizás sean tiburones y rayas los únicos eslabones que nos unan con los orígenes lejanos de la inmunidad de células T y B.


administracion y teoria de las organizaciones
La Quinta Disciplina: Claves para el pensamiento sistémico

Desarrollada por Peter Senge en 1990, la Quinta Disciplina, también conocida como Pensamiento Sistémico, presenta un enfoque innovador en el estudio de la administración de empresas.

A menudo, tendemos a ver los acontecimientos diarios de manera lineal. Sin embargo, la realidad se configura a través de procesos circulares influenciados por los contextos organizacionales. Estos patrones, que se repiten una y otra vez, generan un proceso continuo de retroalimentación de causa y efecto que puede mejorar o empeorar las situaciones.

La Quinta Disciplina analiza las organizaciones como un todo, destacando las interrelaciones que conforman su estructura. En lugar de ver las empresas como fragmentos separados, adopta la perspectiva de pensamiento sistémico, considerándolas como sistemas interconectados.

El objetivo central de esta disciplina es forjar “organizaciones inteligentes” con la capacidad de enfrentar y resolver problemas actuales, así como adaptarse a los desafíos en entornos cambiantes. Senge sostiene que el éxito de una empresa radica en su habilidad para mantener un constante proceso de aprendizaje e innovación, evitando así el riesgo de dirigirse hacia el fracaso. Este enfoque no solo busca la supervivencia sino el florecimiento continuo en un mundo empresarial dinámico y desafiante.

La quinta disciplina, de forma lógica, surge de la fusión de cuatro disciplinas fundamentales (el dominio personal, los modelos mentales, la visión compartida y el aprendizaje en equipo), creando así el pensamiento sistémico y siendo la esencia central de este enfoque. Estas disciplinas se entrelazan para formar un conjunto coherente que da forma al pensamiento sistémico, ofreciendo así una perspectiva integral para abordar los desafíos y oportunidades dentro de las organizaciones. En los siguientes apartados, iremos explicando en detalle cada una de ellas.

El pensamiento sistémico

El dominio personal, en términos sencillos, se refiere a la habilidad de dirigir y mejorar continuamente nuestras vidas. Es como cultivar un conjunto de habilidades y una mentalidad que nos permiten avanzar hacia nuestras metas y aspiraciones. Esta capacidad nos sumerge en nuestra visión personal, permitiéndonos conocernos internamente, alimentar nuestras motivaciones y comprender cómo nuestros actos afectan al mundo.

Ser conscientes de nosotros mismos, comprender nuestras motivaciones y tomar decisiones que impulsen hacia el éxito personal y profesional son pilares fundamentales del dominio personal. Al tener esta habilidad, podemos ver la realidad de manera objetiva y centrarnos en lo realmente importante, evitando distraernos con nimiedades y acercándonos así a nuestras metas propuestas.

Ser conscientes de nosotros mismos, comprender nuestras motivaciones y tomar decisiones que impulsen hacia el éxito personal y profesional son pilares fundamentales del dominio personal.

Los modelos mentales son patrones de pensamiento arraigados que influyen en cómo entendemos las situaciones y tomamos decisiones, dando forma a nuestra manera de ver y actuar en el mundo.

Estos modelos pueden ser útiles, pero también limitantes si no somos conscientes de ellos. La idea es cuestionar y ajustar nuestros modelos mentales para adaptarnos a nuevas circunstancias o perspectivas. Al hacerlo, ampliamos nuestra comprensión y mejoramos nuestra capacidad para abordar los desafíos de manera más efectiva.

Los modelos mentales son patrones de pensamiento arraigados que influyen en cómo entendemos las situaciones y tomamos decisiones

Los valores compartidos en el pensamiento sistémico son los principios fundamentales y creencias que un grupo u organización comparte de manera colectiva. Estos valores, esenciales para la cultura organizacional, actúan como las reglas no escritas que guían las decisiones y comportamientos dentro del sistema.

Estos valores no solo definen la interacción entre los miembros, sino que también orientan la relación del grupo con su entorno y los desafíos externos. Además, juegan un papel crucial en la construcción de una visión compartida, una imagen colectiva del futuro respaldada por esos valores comunes.

La importancia de los valores compartidos radica en su capacidad para alinear y unificar a las personas hacia metas comunes, fortaleciendo así la cohesión del sistema. Cuando estos valores son compartidos y respetados, contribuyen significativamente a la cultura organizacional, facilitando la adaptación y la colaboración efectiva.

La importancia de los valores compartidos radica en su capacidad para alinear y unificar a las personas hacia metas comunes.

El aprendizaje en equipo, en el marco del pensamiento sistémico, se refiere a la capacidad de un grupo de personas para colaborar, compartir conocimientos y aprender juntas con el objetivo de mejorar el rendimiento colectivo. En lugar de centrarse únicamente en el desarrollo individual, se enfoca en el crecimiento y la evolución conjunta, creando un espacio sinérgico de trabajo.

Implica que cada miembro no solo adquiera nuevas habilidades, sino que comprenda cómo esas habilidades contribuyen al logro de metas compartidas. La colaboración es clave. Cuando las personas aprenden juntas, se genera un intercambio de ideas, experiencias y perspectivas, enriqueciendo la comprensión colectiva. Esto, a su vez, fortalece la capacidad del equipo para abordar desafíos de manera efectiva y adaptarse a cambios en el entorno.

a capacidad de un grupo de personas para colaborar, compartir conocimientos y aprender juntas con el objetivo de mejorar el rendimiento colectivo.

La Quinta Disciplina es, en esencia, la convergencia y la integración armoniosa de cuatro componentes fundamentales: el dominio personal, los modelos mentales, la visión compartida y el aprendizaje en equipo, en el contexto del pensamiento sistémico. Estas disciplinas, en su conjunto, establecen una asociación coherente entre teoría y práctica con el propósito de generar soluciones duraderas a los problemas.

En resumen, la Quinta Disciplina representa la sinergia y la interconexión de estos cuatro elementos, creando un enfoque holístico que potencia la eficiencia y la capacidad de adaptación de un equipo u organización en el ámbito del aprendizaje organizacional.

En el siguiente vídeo de YouTube se muestra mediante fragmentos de películas como son dichos modelos mentales.

El pensamiento sistémico nos insta a reconsiderar nuestra perspectiva, reconociendo que nuestros actos, más que las causas externas, a menudo definen nuestra responsabilidad en el curso de nuestra vida. Por lo tanto, tenemos el poder de modificar nuestra realidad actual a través de nuestras acciones.

Un punto clave para aplicar eficientemente el pensamiento sistémico es el principio de apalancamiento. ¿En qué consiste? Este principio propone aplicar la palanca en actos pequeños y bien focalizados. La clave está en encontrar el punto donde las acciones implementadas generen cambios significativos y perdurables, repercutiendo positivamente en la organización. A veces, identificar este punto de apalancamiento no resulta tan evidente, requiriendo un análisis situacional y la ayuda de arquetipos sistémicos.

La implementación del pensamiento sistémico y su adaptación demandan esfuerzo, ya que existen barreras de aprendizaje y pautas para su construcción, que Senge denomina “ladrillos del pensamiento sistémico”. Al mismo tiempo, se presentan una serie de leyes que pueden facilitar su implementación efectiva.

Si te sirvió este artículo “La quinta disciplina” o pensamiento sistemico puedes compartirlo en redes sociales. También te invitamos a que nos dejes tu comentario, sugerencia o consulta debajo.

La quinta disciplina – Ensamble de Ideas – Copyright MMXXIV

administracion y teoria de las organizaciones
El Pensamiento Sistémico: Las 11 leyes explicadas.

La quinta disciplina de Peter Senge.

La Quinta Disciplina, también conocida como Pensamiento Sistémico, surgió de la mente innovadora de Peter Senge en 1990, creando así un enfoque revolucionario en la administración de empresas. El propósito fundamental del pensamiento sistémico es la creación de “organizaciones inteligentes”, capaces de afrontar desafíos, resolver problemas y adaptarse a entornos en constante cambio.

Senge sostiene que la clave para transformar y enfrentar los desafíos y problemas actuales que enfrenta una empresa radica en identificar puntos de apalancamiento, es decir, aquellas áreas clave donde se pueden implementar acciones pequeñas y enfocadas que generen cambios significativos y duraderos, impactando positivamente en la organización.

punto de apalancamiento de la quinta disciplina

Es en este contexto donde surgen las leyes del Pensamiento Sistémico. Sin embargo, la implementación y adaptación a este enfoque demandan trabajo y esfuerzo, ya que inevitablemente se encontrarán obstáculos, a los que Senge denomina “barreras de aprendizaje”. Si deseas saber con mayor profundidad sobre este tema, puedes leer nuestro artículo en el siguiente link.

Las 7 barreras del aprendizaje organizacional – La quinta disciplina

Senge propone once leyes que pueden aplicarse en cualquier organización. Estas leyes se convierten en herramientas valiosas para aquellos que buscan fortalecer sus habilidades de resolución de problemas. ¡Descubre cómo las leyes del pensamiento sistémico pueden transformar la manera en que entendemos y dirigimos las organizaciones!

Las 11 leyes del Pensamiento sistémico explicadas.

Las 11 leyes del pensamiento sistémico o leyes de la quinta disciplina
Las 11 leyes del pensamiento sistémico o leyes de la quinta disciplina
Las 11 leyes del pensamiento sistémico – Leyes de la quinta disciplina
Los problemas de hoy derivan de soluciones de ayer.
Las leyes del pensamiento sistémico

1. Los problemas de hoy derivan de soluciones de ayer.

Ante la aparición de un problema, muchas veces se buscan soluciones rápidas y nuevas, que solo tapen el problema momentáneamente desplazando el mismo a otra parte del sistema o nuevos agentes que lo heredaran. Sin embargo, en muchas ocasiones podríamos hallar soluciones efectivas y duraderas si nos tomáramos un tiempo para investigar como se resolvieron problemas similares en el pasado.

 Cuánto más se presiona, más presiona el sistema:
Ph: Getty Images [note] en https://path.mba/4-maneras-de-presionar-y-poner-a-prueba-las-decisiones-estrategicas-inspiradas-por-el-ejercito-estadounidense/ [/note]

2. Cuánto más se presiona, más presiona el sistema:

En primer medida hay que entender que el problema, las soluciones y el sistema trabajan en conjunto. Por lo tanto, cuanto más presionamos al sistema en búsqueda de soluciones rápidas y fáciles, muchas veces estamos contribuyendo a generar más o nuevos inconvenientes o dificultades. También a la inversa, si la solución a implementar es acertada, porque nos tomamos el tiempo de buscar soluciones efectivas, el sistema provocará respuestas positivas.

Es decir que dependiendo del tipo de intervención que se realice en el sistema, el mismo compensará los frutos de su participación positiva o negativamente dependiendo el caso. A esta situación, Senge la llama “retroalimentación compensadora.”

La conducta mejora antes de empeorar:
Ph: El día de Segovia [note] en https://www.eldiasegovia.es/noticia/z21f2834f-deb5-8fa9-00f16b39c77c4bc1/los-que-peor-y-mejor-nos-caen [/note]

3. La conducta mejora antes de empeorar:

Esta ley es análoga de la primera. Muchas veces por intentar solucionar un problema de manera rápida, se toman decisiones apresuradas y sin pensarlas, que si bien resuelven el problema en ese momento, a largo plazo provocan problemas  mayores. Las famosas soluciones “parche” que tapan el problema momentáneamente ahora pero no de manera definitiva. Explicándola en términos del lenguaje coloquial sería “patear la pelota para adelante”.  Si bien puede parecer que los problemas se arreglaron en el corto plazo, si no se atacaron las causas y las mismas quedaron ocultas, la situación seguramente empeorará mucho en el futuro.

4. El camino fácil lleva al mismo lugar:
Las leyes del pensamiento sistémico

4. El camino fácil lleva al mismo lugar:

Si siempre aplicamos las mismas soluciones porque nos resulta más fácil o porque estamos en nuestra zona de confort no estaremos comprendiendo que “hacer siempre lo mismo nos llevará a los mismos resultados “. Para evitar esto habrá que salir de ese facilismo buscando encontrar nuevas opciones desde otra perspectiva que nos quite esa inacción para solucionar el problema de manera efectiva.

La cura puede ser peor que la enfermedad
Las leyes del pensamiento sistémico

5. La cura puede ser peor que la enfermedad:

Al tomar una decisión acerca de que acciones vamos a implementar para solucionar un problema, será importante estudiar al mismo tiempo qué consecuencias traerá la implementación de las mismas, porque dichas posibles soluciones podrían conducir a nuevos problemas, incluso más grandes de los que ya teníamos. Por lo tanto, toda solución a largo plazo debe ser pensada en la capacidad del sistema de poder sobrellevar sus propias cargas y que no generen nuevos o mas problemas en el futuro.

Lo más rápido es lo más lento:
Las leyes del pensamiento sistémico

6. Lo más rápido es lo más lento:

¿Recuerdan la fábula de la tortuga y la liebre? ¿Quién gana la carrera? Entonces hay que comprender que no siempre lo más rápido es la mejor opción. La idea es conseguir resultados óptimos y duraderos y no inmediatos que sólo duren poco tiempo.

La causa y el efecto no están próximos en el tiempo y el espacio:
Las leyes del pensamiento sistémico

7. La causa y el efecto no están próximos en el tiempo y el espacio:

Es muy común pensar que ambas situaciones van de la mano, pero eso la mayoría de las veces no es así. Si ante la aparición de un problema profundizamos y buscamos las causas,  pueden que las mismas sean muy anteriores al hecho, y ocasionalmente haberse derivado de otros problemas aún más lejanos. 

Del mismo modo, también hay que pensar que la aplicación de una corrección necesitará su tiempo y espacio hasta que produzca su impacto. Por lo tanto, hay que buscar soluciones efectivas y duraderas, quitándonos la ansiedad de la inmediatez, entendiendo, que en muchas ocasiones, las soluciones efectivas tienen su tiempo en generar su efecto positivo.

Los cambios pequeños suelen producir resultados grandes:
Las leyes del pensamiento sistémico.

8. Los cambios pequeños suelen producir resultados grandes:

Muchas veces en busca de encontrar una solución a un problema dificultoso se piensa en buscar la “gran solución” que conlleve muchos esfuerzos y recursos. Sin embargo, es importante,  buscar y encontrar los puntos de apalancamiento. Los puntos de apalancamiento son zonas dentro de los sistemas que  si se logra encontrarlos, probablemente se consiga una solución relevante y duradera con mínimos esfuerzos. Lo que suele suceder es que éstas zonas no son evidentes tan claras como para encontrarlas. 

Se pueden alcanzar dos metas aparentemente contradictorias
Las leyes del pensamiento sistémico

9. Se pueden alcanzar dos metas aparentemente contradictorias:

¿Y por qué no se podría? Para lograrlo solo hay que estar dispuesto a hacerlo, entendiendo que hay que saber esperar y que no es posible ejecutar las dos al mismo tiempo. Por lo tanto, debemos focalizamos primero en una, pero mientras tanto le dedicamos tiempo y espacio a la otra. Como vimos en el punto 7, sabemos que las causas y los efectos no están próximos en el tiempo y que habrá que pensar en el proceso total a largo plazo.

Dividir un elefante por la mitad no genera dos elefantes pequeños
Las leyes del pensamiento sistémico

10. Dividir un elefante por la mitad no genera dos elefantes pequeños:

Ésta frase sirve como analogía para interpretar que en muchas ocasiones si a un problema grande lo dividimos en dos (o más partes) para solucionarlo, probablemente después, se tenga dos (o más) problemas para enfrentarse en vez de uno solo.

No hay culpa:
Las leyes del pensamiento sistémico

11.-No hay culpa:

Ante lo aparición de un problema siempre tiende a buscar justificaciones y culpas externas (la situación socio-económica, la competencia, etc.), pero lo que sucede con esto, es que no nos damos cuenta, que nosotros y el problema formamos parte del mismo sistema.

La parábola de la rana hervida

Si bien no es una de las leyes, la parábola de la rana hervida es sin duda, otro anexo del pensamiento sistémico, que añade un valor agregado importante al mismo.

La parábola de la rana hervida es una analogía que usa Peter Senge en su libro “La Quinta Disciplina” para describir como se debe reaccionar ante los problemas.

La hipótesis de la misma es que si una rana la echas directamente sobre el agua hirviendo la misma rápidamente intentará salir porque advierte el peligro dándose cuenta del cambio de temperatura, en cambio, si a la rana la pones en agua a temperatura ambiente y luego se lleva a ebullición lentamente, ella no percibirá el peligro, porque no se dará cuenta del cambio de temperatura del agua porque se irá adaptando y se cocerá hasta la muerte.

Esta parábola la podemos analizar desde dos puntos de vista

  1. Cuando los problemas avanzan progresivamente tan lentos probablemente no los detectemos y los daños a mediano o largo plazo tenga consecuencias graves si no reaccionamos a tiempo.
  2. Las personas actúan como las ranas y prefieren que los cambios sean lentos y graduales, ya que si son abruptos, las personas se sentirán incómodas ante el nuevo escenario repentino, hasta el punto de poder llegar a colapsar.
El pensamiento sistémico – La parábola de la rana hervida

Para finalizar les compartimos un vídeo de nuestro canal de YouTube donde explicamos las leyes del pensamiento sistémico

Las 11 leyes del pensamiento sistémico de Peter Senge

Últimos post en EDI

Las 11 leyes del pensamiento sistémico o Leyes de la Quinta Disciplina de Peter Senge – Ensamble de Ideas – Copyright MMXXII