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Los beneficios de consumir frutas y verduras en la dieta infantil
¿Por qué son importante consumir frutas y verduras desde edades tempranas?

¿Por qué es importante consumir frutas y verduras? ¿Qué beneficios nos aportan? ¿Qué son exactamente las vitaminas y los minerales? ¿Dónde podemos encontrarlos? ¿Cuántas frutas y verduras se recomienda consumir? ¿En qué momento del día deberíamos consumirlas? ¿Comienza el estímulo en casa o en el jardín? ¿Por qué presentan tantos colores, texturas y olores diferentes? ¿Por qué no son todas iguales? ¿Qué sucede si no las incorporamos a nuestra dieta?

Son muchas preguntas, pero antes de responderlas, me gustaría compartir de dónde surgió la inspiración para escribir este artículo. Padres, tutores, niñeras o educadores, ustedes tienen la oportunidad de fomentar el consumo de frutas y verduras desde edades tempranas. Como veremos, esto es fundamental para un mejor desarrollo físico y cognitivo en los niños. La poca concientización que hay del consumo de frutas y verduras y cómo educar a niños y a los padres, fue el disparador para escribir este post.

Cuando era estudiante, mis compañeras y yo estábamos realizando prácticas de salud pública en un hospital. Nos tocó ofrecer charlas en pediatría, donde las madres frecuentemente acompañaban a bebés, algunos internados y otros en consulta de control. Este entorno resultaba ideal para nosotras, futuras nutricionistas, ya que nos permitía concientizar a estas familias sobre la importancia de una alimentación saludable desde la infancia. ¿Por qué centrarnos en los niños en lugar de los adultos? Porque educar a un niño es sembrar conocimiento sobre buenos hábitos alimenticios, y al mismo tiempo, también podemos orientar y reeducar a los adultos.

importancia de consumir frutas y verduras

¿Cuál es la diferencia entre educar y reeducar? Educar implica enseñar nuevos conocimientos o hábitos a alguien que carece de ellos, mientras que reeducar implica dejar atrás viejos conocimientos o hábitos en favor de mejores prácticas.

Aunque este artículo se enfoque en la importancia del consumo de frutas y verduras en edades tempranas, su información no debe ser descartada, ya que puede ser útil para personas de cualquier edad.

Cuando hablo de edades tempranas, me refiero al periodo a partir de los 6 meses, cuando comienza la alimentación complementaria junto con la lactancia materna exclusiva. Después, a partir de los 6, 7 u 8 meses, por ejemplo, se pueden introducir papillas de frutas o verduras. Existe el método baby-led weaning (BLW), que implica ofrecer al bebé pequeños trozos de alimentos para que los tome con sus manos en forma de pinza y pueda incorporarlos según su demanda, deseo y habilidad. Por lo tanto, nunca se debe forzar al bebé a comer un alimento, sino más bien incentivar gradualmente la exploración de colores, texturas, sabores, entre otros aspectos.

consumo de frutas y verduras en bebes

En el niño es mucho más fácil incorparar nuevos habitos alimenticios, porque el cerebro tiende a aprender más rápido, y esa información queda acumulada en el cerebro para siempre, en cambio en el adulto, cuesta más trabajo, sin embargo no quiere decir que no se pueda.

Pongamos un ejemplo, al niño se le explica una o dos veces, este lo entiende rápido y lo poner en práctica casi que al instante, en cambio, a un adulto se le explica una o dos veces y lo practica al instante, me dirás ¿Y cuál es la diferencia? Que el adulto siempre vuelve a los hábitos viejos de manera inconsciente. Como nutricionista, mi trabajo consiste justamente en educar a los niños y reeducar a los adultos para que, los mismos no intenten volver a sus viejos hábitos poco saludables.

Durante las prácticas con mis compañeras hicimos un relevamiento acerca de cuanto saben los niños acerca de frutas y verduras.

Nuestro trabajo consistió en entrevistar a padres/tutores y a los niños. Durante estas conversaciones, comenzamos a mencionar distintos grupos de alimentos como lácteos, carnes, huevos, frutas, verduras, cereales, legumbres, entre otros. Cuando mencionamos frutas, los niños nombraron principalmente manzana, banana y naranja, sin mencionar otras opciones.

consumo de frutas en niños

Sin embargo, al preguntarles por verduras, sus respuestas incluyeron elementos como tomate, chizito, palitos, kesitos, papa, choclo, entre otros. Les explicamos que un chizito o un palito no son verduras, y que era importante entender la diferencia.

Además, al indagar sobre lo que comían en casa, predominaban los alimentos ricos en carbohidratos, grasas y alimentos ultraprocesados. En mi artículo, explico detalladamente por qué estos alimentos no son recomendables.

Niños y adultos en riesgo: ¿Qué son los alimentos ultraprocesados y por qué debes conocerlos?

Para involucrar a los niños de manera más activa, les propusimos una actividad para realizar en casa: visitar la verdulería y traer cada semana una fruta y una verdura diferentes. Esto les permitiría conocer más variedad a través del juego, mientras concienciábamos tanto a los niños como a los padres sobre los beneficios de consumir frutas y verduras.

A continuación, responderé a las preguntas más frecuentes sobre el consumo de frutas y verduras, tanto en niños como en adultos. Mi objetivo es ayudarte a tomar conciencia de su importancia. Si como adulto no consumes pocas frutas y verduras, o lo haces en pequeñas cantidades, me encantaría animarte a aumentar su ingesta diaria. Del mismo modo, si tienes hijos, sobrinos, primos u otros familiares, es igualmente importante educarlos y reflexionar sobre la relevancia de incluir estos alimentos en la dieta, debido a los numerosos beneficios que aportan, que te los contaré en los próximos apartados.

Porque nos aportan vitaminas y minerales.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda consumir tres frutas y dos verduras al día, al menos 400 gramos de frutas y hortalizas al día, con excepción de los tubérculos como: papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos.

La amplia gama de frutas y verduras nos brinda una diversidad de colores, sabores y texturas. Cada una aporta una variedad única de vitaminas y minerales esenciales para nuestro organismo. Si me preguntas cuál es la mejor fruta o verdura, mi respuesta sería: todas. Es crucial consumirlas en las cantidades adecuadas y en diversas variedades. Se recomienda incluir frutas y verduras de todos los colores del arcoíris en nuestra dieta diaria, ya que cada grupo de colores ofrece distintas vitaminas y minerales. Eso lo veremos detalladamente en el siguiente cuadro.

Siempre recomiendo que consuman tantas frutas y verduras como colores tiene el arcoiris, cada grupo de colores va a tener vitaminas y minerales diferentes por ejemplo:

Alimentos representivas: Tomate, Morrón, Manzana roja, Remolacha. Frutos rojos como la cereza y la frutilla, sandía, etc.

Vitaminas y minerales: Alfa Beta carotenos, Vitamina A, Vitamina C, Vitaminas del complejo B, Potasio

Beneficios: Son bajas en sodio. Ayudan a proteger el corazón y contribuyen con su buen funcionamiento.

Son bajas en sodio. Ayudan a proteger el corazón y contribuyen con su buen funcionamiento.

Alimentos representativos: Naranjas,
Mandarinas, Zanahorias, Calabazas
Pomelos, etc.

Vitaminas y minerales: Vitamina A, Vitamina C, Vitamina E, Vitaminas del complejo B (B9), Fibra.

Beneficios: Protege la piel de los rayos UV del sol, ayuda a reducir la aparición de arrugas y lucha contra el envejecimiento protegiendo en a las células del daño, ayuda a reforzar el sistema inmunitario contra infecciones y contra el cáncer.

También ayuda a absorber el hierro de los alimento, es anticoagulante y mejora la agudeza visual. Repara el ADN. Regulan el tránsito intestinal y evitan picos de glucemia.

Por qué las Zanahorias son buenas para la vista.

Alimentos representativos: Papas, batatas, peras, maíz, ananá, morrón amarillo, mango, banana, pomelo.

Vitaminas y minerales: Vitaminas C, B9, Magnesio, potasio, flúor y fibra.

Beneficios: Son antioxidantes. Ayudan a aumentar la capacidad inmunológica del organismo. Reducen el riesgo de contraer enfermedades del corazón, varios tipos de cáncer y problemas de visión. Mejoras en la piel, formación de colágeno, huesos y dientes. 

Las frutas y verduras de color amarillo son antioxidantes.

Alimentos representativos: Lechuga, espinaca, uva, pepino, palta, kiwi, espárragos, verduras de hojas verdes, cebolla de verdeo, arveja, apio, brócoli, coles,etc.

Vitaminas y minerales: Vitamina A, Vitamina C, Vitamina B9, Complejo B, Vitamina E y Vitamina K, magnesio, potasio y hierro no hemínico (hierro de origen vegetal).

Beneficios: Fortalecer el sistema inmunológico del niño y ayudar a protegerlo contra enfermedades. 

las frutas y verduras de color verde ayudan a Fortalecer el sistema inmunológico del niño y ayudar a protegerlo contra enfermedades. 

Alimentos representativos: Moras, arándanos, cebolla morada, berenjena, uva, ciruela, higos, repolloUvas negras.

Vitaminas y minerales: Vitamina A, Potasio, Magnesio, Vitaminas del complejo B, y en menor medida vitamina C

Beneficios: Son antiinflamatorio, reducen los niveles de glucosa (quiere decir que se absorba más lento el alimento y da más saciedad), son ricos en fibra (estimula el tránsito lento), son antioxidante
-mejora la función del sistema inmune.

Las frutas y verduras de color azul y morado aportan Vitamina A, Potasio, Magnesio, Vitaminas del complejo B, y en menor medida vitamina C

En cualquier momento del día, puede ser en desayuno, en almuerzo, como postre, como colación, en la merienda o en la cena.

“Hoy, más del 70% de los niños y niñas en Argentina no consume suficientes frutas y verduras.”

“La calidad de la alimentación empeora a medida que disminuye el nivel socioeconómico en los hogares argentinos.” [note] Encuesta de la Deuda Social Argentina. En https://www.observatoriosocial.com.ar/biblioteca/material-de-consulta/344-encuestas-edsa [/note]

La educación comienza en casa, pero el rol de los maestros de preescolar es fundamental. Ellos pueden iniciar una enseñanza alimentaria sobre las frutas, las verduras y sus beneficios.

Una actividad realmente interesante es organizar a los niños en ronda y pedirles que cada uno traiga una fruta y una verdura diferente. De esta manera, entre ellos descubren una amplia variedad. A menudo, las frutas como la naranja, la banana y la manzana son las más conocidas, pero es importante que descubran otras como las frutillas, los melones, los arándanos y el kiwi. Además, se pueden realizar actividades creativas, como preparar una ensalada de frutas y dibujar animalitos en los platos utilizando las verduras.

El objetivo principal es reunir la mayor variedad posible para formar un arcoíris de colores. De esta manera, los niños aprenden que no solo existen la manzana, la naranja y la banana, ni únicamente el tomate y la zanahoria. Cada una tiene su color, sabor, textura y características únicas.”

Las frutas y verduras son fundamentales para el crecimiento y desarrollo saludable de los niños. Estos alimentos fortalecen su sistema inmunológico, ayudándolos a combatir enfermedades. La ausencia de su consumo implica perder estos valiosos beneficios, además de no proporcionar una alimentación adecuada que promueva el desarrollo físico y cognitivo.

Como nutricionista, mi objetivo es educar a padres, madres, tíos, tutores y adultos responsables de niños, brindándoles herramientas para transmitir educación alimentaria. Es crucial involucrar a los niños en la cocina para que aprendan desde temprana edad el valor nutricional de los alimentos.

 Es crucial involucrar a los niños en la cocina para que aprendan desde temprana edad el valor nutricional de los alimentos.

El consumo regular de frutas y verduras asegura un crecimiento saludable en los niños, previniendo enfermedades por deficiencias nutricionales, desnutrición, malnutrición, sobrepeso y obesidad, que son algunas de las patologías más comunes.

Lograr que los niños incorporen frutas y verduras puede ser todo un desafío, pero con un poco de ingenio y paciencia, es posible hacerlo de manera creativa. Aquí van cinco consejos útiles:

  1. Incorporar una fruta o verdura distinta en el desayuno y la merienda todos los días.
  2. Cocina junto a los niños para que vean cómo preparas y consumes frutas y verduras.
  3. Tener una huerta en casa es una excelente forma para que comprendan de dónde provienen estos alimentos.
  4. Crea formas divertidas con las frutas y verduras en el plato, como caritas felices, casitas o animalitos.
  5. Prepara helados de fruta, muffins, bizcochuelos, tartas, licuados, galletitas e involúcralos en la elaboración. Explícales que estas recetas contienen frutas que nos mantienen sanos, fuertes, mejoran la concentración y nos dan energía para jugar y explorar.

Estas estrategias no solo fomentan hábitos alimenticios saludables, sino que también hacen que el proceso sea más ameno y educativo para los niños. ¡Hacer de la alimentación algo divertido y creativo es la clave!.

Por qué no incorporamos más frutas y verduras en nuestra dieta? ¿Es por su precio, por falta de gusto hacia ellas, debido al proceso de sanitización y preparación? ¿Por su corta duración o porque son desconocidas para nosotros, como consecuencia de hábitos no establecidos?

La neofobia alimentaria, el miedo a probar alimentos nuevos o desconocidos, alcanza su punto máximo entre los dos y los seis años de edad. Es esencial considerar que las preferencias alimentarias de un niño pueden moldear sus hábitos alimenticios futuros.

Es importante superar estas barreras para disfrutar de los beneficios nutricionales que ofrecen las frutas y verduras. ¿Cómo hacerlo? En este artículo, proporciono consejos sobre cómo organizarse en la cocina para incorporar estos alimentos de manera práctica y sencilla en la rutina diaria. La idea es transformar la percepción y hacer más accesible el consumo de estos alimentos vitales para nuestra salud.

Recordá esta frase:

Comer frutas y verduras es invertir en tu salud del futuro

Seguime en instagram @soy_nutri para más tips de alimentación saludable.

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7 tips para organizarte en la cocina: Ahorro tiempo con este metodo infalible
tips para organizarte en la cocina
Tips para organizarte en la cocina

Cuántas veces vas al supermercado y no sabes qué comprar, o no sabes en qué cantidad. ¿Te pasó que compraste acelga, la cocinaste y de los tres paquetes, uno solo te quedo para comer porque se achicó?. Veamos esta otra situación. Comprás carne para muchas personas, la cocinás y también se achicó y uno dice:- ¿Pero cómo pasó? si lo calcule bien. ¿Te gustan las lentejas?. Si me decis que sí, te cuento que se dejan en remojo por 8 horas y estas se expanden el doble o más. Entonces, no hay una idea de cuánto comprar o cuanto cocinar. 

Pongamos el último ejemplo, que estoy segura que a vos te pasó y a mí también, ojo no te creas que por ser nutricionista no cometí estos errores,  en la carrera los fui puliendo. Ok me fui de tema, te quería preguntar, ¿Te pasó que querías cocinar arroz para dos personas y terminó comiendo todo el barrio? Bueno, acá abajo te dejaré 7 tips para organizarte en la cocina

Cada vez que vayas al supermercado, almacén o proveeduría de tu barrio acordate de siempre comprar frutas y verduras. Otro tip es que compres lo que está de oferta y es de estación, porque van a estar más baratas y de mejor calidad. Es tu oportunidad ahora que se viene el calorcito de comer unas ricas frutas, como frutilla, sandía o melón en ensalada, en brochetas, con gelatina, con yogurt, con granola, con leche, en licuados, con galletitas o waffles.

No olvides de las verduras y las hortalizas, ideales para hacer tartas, empanadas o ensaladas. Recordá que en esa lista de frutas y verduras tiene que haber colores y texturas diferentes; así con una dieta equilibrada cubrimos todas la vitaminas y minerales que necesitamos.  Además dentro de los tips para organizarte mejor en la cocina, te recomendamos agregar algunas cosas más dentro de la lista.

Lista del super: (básica)

  • Frutas y verduras
  • Fideos, arroz, polenta, papa, batata, choclo, quinoa
  • Pan y/o galletitas (si es posible integral)
  • Huevos
  • Legumbres
  • Frutos secos
  • Mermeladas (sin azúcar)
  • Lácteos descremados (leche, yogur, queso, ricota)
  • Carnes (vacuna, aviar, porcina, pescado)
  • Aceites (girasol, soja, lino, chía, oliva, canola etc.)
  • Semillas (chia, lino,amapola, girasol, zapallo, sésamo)

Generalmente seguimos al pie de la letra una receta pero llega un momento que decimos:- “uh, este ingrediente no lo tengo” y dejas la preparación ahí o no haces ese plato. Otro de los tips para organizarte mejor en la cocina que te dejamos es que no te frustres si pasa esto.

Si no tienes algunos de los ingrediente lo puedes reemplazar por otro similar, por ejemplo puedes reemplazar a la acelga por espinaca, harina de trigo por harina de avena, nueces por almendras o maní, azúcar común por azúcar mascabo, naranja por mandarina o limón, manteca por aceite, semillas de chia por semillas de lino, huevo por banana pisada, leche por yogur y así con un muchísimos alimentos más.

Ahora, yo lo que te planteo es que te animes y abras la heladera e inventes (o improvises) con los ingredientes que tengas en tu casa, por ejemplo: tienes huevos y zapallito y preparas un rico revuelto, quizá tengas un pedazo de carne y algunas zanahorias y cebollas, cocinas un poco de arroz y, ¡ualá!, lo transformaste en un exquisito guiso. Si te gustan las preparaciones dulces, con harina, banana y huevos y leche puedes preparar un delicioso budín para el desayuno o merienda. Mucha gente dice que la magia no existe, pero con imaginación podemos armar un rico y sano plato de comida.

Seguro has escuchado del famoso ‘Meal Prep’, ¿verdad? Básicamente, cocinas un día y te alcanza la comida para toda la semana. Seguramente, más de una vez, te pasó algo parecido a esto: ‘Hice arroz y me sobró’, ‘hice salsa y sobró’, ‘le calculé mal a la polenta’, ‘hice un relleno de empanadas y me quedó un montón’, ‘Puse las lentejas en remojo por 8 horas y se expandieron y ahora qué hago, no me gusta comer todos los días lentejas’. ¡La solución es el freezer! ¿Te sobró algo? Guárdalo en bolsitas ziploc o en un tupper (opcional) y directo al congelador. Ponle una etiqueta con la fecha ¡y listo! Comida lista para esos días en los que no quieras cocinar.

como guardar comida en el freezer.  Bolsas Ziplock

Un tips para organizarte en la cocina extra: si has comprado un cajón de frutillas por estar en oferta, lávalas, sanitízalas y guárdalas en bolsitas ziploc en el congelador. Te serán útiles para licuados, batidos, cremas, helados caseros (¡añadiendo banana!), para hacer mermelada o para muchas otras recetas.

Las proteínas son esenciales para la estructura, función y regulación de los tejidos y órganos del cuerpo. Entre los alimentos ricos en proteínas se encuentran las carnes (vacuna, aviar, porcina o pescado), así como la leche, queso, yogur, huevos, entre otros. Sin embargo, si sigues una dieta vegetariana, puedes optar por alternativas como legumbres, frutos secos (almendras, nueces, castañas de cajú, maní, pistachos, etc.), semillas (chía, lino, sésamo, amapola, girasol), setas, algas, quinoa, tofu, levadura nutricional, entre otros.

Después de comprar frutas y verduras, al llegar a casa es importante sanitizarlas. ¿Cómo se hace esto? Te explico a continuación:

Llena la bacha con la cantidad necesaria de agua. Agrega una cucharadita (5 cm3) de lavandina apta para desinfección, indicada en el rótulo, por cada litro de agua. Sumerge las frutas y verduras en esta solución durante 10 minutos. Una vez transcurrido este tiempo, enjuágalas con agua corriente y sécalas con un repasador limpio y seco.

Luego, podrás almacenarlas en la heladera o en una frutera para su conservación.

Otro de los tips para organizarte en la cocina que debes tener en cuenta, es que, cuando abres un paquete de arroz, polenta, chocolate en polvo o café, entre otros, siempre es importante sellar la bolsa para que no se deteriore este alimento, ni pierda sus características organolépticas. Para los alimentos embolsados existen estas selladoras que aplican calor y se cierran herméticamente. 

Para los alimentos lácteos como el yogur, el queso untable, queso cremoso, ricota, leche (de sachet) entre otros, siempre almacenar refrigerado según indique el rótulo. Recordemos que éstos al ser alimentos perecederos necesitan un cuidado especial. 

Las carnes, duran pocos días en la heladera, y su fecha de vencimiento es menor. Controlar siempre que no cambien a un color oscuro, ni estén secas, ni que presenten olor. 

Las frutas y verduras no tienen fecha de caducidad, pero si es verdad que sanitizadas y guardadas como explicamos en el tip anterior, extiende su vida útil.

Diferente es el caso de los condimentos, o frutos secos, entre otros, que al ser alimentos no perecederos, se pueden almacenar en la alacena, sin ningún problema, aunque es recomendable chequear su fecha de vencimiento períodicamente.

Por último, los alimentos enlatados, pueden durar entre 2 y 5 años, con lo cual, es un alimento más que recomendado para tener siempre en casa que nos puede salvar de apuros, como por ejemplo, latas de atún, de duraznos, de arvejas, de choclos, de tomate, de sardinas, etc.

A menudo nos encontramos diciendo: “Mañana me gustaría comer esto” o “Para esa receta necesito este ingrediente”. Así que, ¿qué tal si planificamos? Si mañana quiero ravioles con salsa, el día antes compro tomate, cebolla, condimentos y ravioles. Así, tendré todos los ingredientes necesarios para preparar lo que deseo.

Recordemos el concepto visto en tip 3 con respecto al “meal prep”, que hablabna sobre cocinar en cantidad y congelar porciones. ¿Para qué sirve? Imagina llegar cansado del trabajo, sin ánimos de cocinar, abres el freezer, sacas una porción de salsa que ya tenías previamente cocinada, las calientas en una sartén con un poco de agua y añades los ravioles. En muy poco tiempo tienes una comida lista.

Si te gustan los panqueques o los waffles, ¿por qué no prepararlos la noche anterior o dejar la mezcla lista? Al día siguiente, solo cocinas y en 5 minutos tienes el desayuno listo.

waffles para el desayuno o merienda.

El chía pudding es otra opción práctica. Mezcla chía con leche, yogurt o agua y déjalo reposar en la heladera. Al día siguiente, agrega avena, granola y fruta para un desayuno completo: calcio, Omega 3 de las semillas de chía, fibra y nutrientes de la avena y la fruta.

Estas acciones simples pueden convertirse en hábitos saludables con el tiempo, como lavarse los dientes después de comer. La idea es que se conviertan en acciones automáticas, y así, los hábitos saludables se arraigan en nuestra rutina diaria, y estos tips para organizarte en el cocina te ayudarán con ello.

Autor: Lic. Morena Poblete

Cuando hacía las prácticas hospitalarias la falla que veían los pacientes, era la organización, una idea que les daba, era la lista de alimentos pero se generaban muchas dudas, por ejemplo, me quedé sin alimento X ¿Por qué lo puedo reemplazar? o “Salí de trabajar, pasé por el super, compré un montón de cosas y no sé cómo guardarlo” o también “Cociné un montón y me sobró”, ¿Qué puedo preparar con todo eso que me sobró, no tengo ganas de comer lo mismo todos los días”. Entonces realmente este artículo va dirigido hacia esas personas/pacientes que tienen dudas al salir de la consulta.

Mucha gente piensa “Bueno voy al nutricionista, estoy una hora, me pesa, me mide, me da una dieta de que comer y listo”. Pero lo que no saben es que detrás de toda esa consulta es fundamental la educación alimentariam pero, ¿qué es la educación alimentaria?

La educación alimentaria es la herramienta que utilizamos los profesionales para enseñar o reforzar los conocimientos sobre alimentación, facilitando su comprensión. A través de esta educación, se abordan temas como sustituciones de alimentos, listas de compras para el supermercado, técnicas para sanitizar las verduras e incluso estrategias para ajustar el presupuesto.

educacion alimentaria

Cuando los pacientes mencionan limitaciones financieras, se presentan alternativas que mantengan un valor nutricional similar a un costo más accesible. También se enseñan formas de mejorar la absorción de nutrientes, especialmente en casos críticos como el hierro, que es fundamental en la población.

Para concluir, podemos decir que la educación alimentaria no solo implica transmitir conocimientos, sino también brindar soluciones prácticas y viables para mejorar la alimentación dentro de las posibilidades individuales de cada persona.

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