Los ASTEROIDES en nuestro Sistema Solar.
Los asteroides y el Sistema Solar
Desde el descubrimiento de Ceres, el primer asteroide en ser observado en los cielos (tiene un diámetro de 914 kilómetros), estos cuerpos celestes han sido un objeto de estudio muy interesante para la astronomía, una de las disciplinas de las Ciencias Naturales. Son pedazos de roca que orbitan alrededor alrededor del Sol. ¡Y los hay en millones! Pueden medir desde pocos metros de diámetro hasta cientos de kilómetros, representando una amenaza para la Tierra si es que nos cruzamos en su camino.
Suelen encontrarse, la mayoría, en un cinturón entre las órbitas de marte y Júpiter, llamado Cinturón de Asteroides. El mismo se formó probablemente al mismo tiempo que el resto del Sistema Solar. Los fragmentos de rocas y partículas de polvo en esta zona no pudieron unirse y formar un planeta debido a la fuerza gravitatoria de Júpiter. Si bien existen incontables asteroides en nuestro sistema solar, millones de ellos se encuentran en este cinturón.
A modo de curiosidad, te contamos que si se juntaran todos los asteroides de esta zona, la masa total sería sólo una pequeña porción de la masa de la Tierra. Por otro lado, podemos encontrar una gran cantidad de astroides en la órbita de Júpiter, los asteroides troyanos, que se mantienen en su posición gracias a la gran fuerza de gravedad existente en este planeta gigante. A los asteroides que se encuentran a distancias menores que la distancia que hay entre la Tierra y el sol, se los llama asteroides Aten.
Los asteroides más grandes son esféricos y se formaron de la misma manera que los planetas. Los más pequeños presentan forma irregular y son restos del material que formo el sistema solar, o bien producto de los choques entre dos o más grandes asteroides.
Los asteroides son cuerpos rocosos que orbitan alrededor del Sol a distancias inferiores a la de Neptuno, y la mayoría se encuentran entre las órbitas de Marte y Júpiter. Tienen características como:
- Forma: Los asteroides no son redondos como los planetas, sino que tienen formas irregulares y dentadas. Algunos asteroides más grandes, como Palas, Vesta o Higía, tienen formas ligeramente redondeadas.
- Tamaño: Los asteroides pueden tener cientos de kilómetros de diámetro, pero la mayoría son tan pequeños como los guijarros. El mayor asteroide conocido tiene 940 km de diámetro, mientras que el más pequeño apenas alcanza los 2 m.
- Composición: Los asteroides están hechos de diferentes tipos de roca, pero algunos contienen arcilla o metal, como el níquel y el hierro. Las proporciones de estos componentes pueden variar según cada asteroide.
- Superficie: Los asteroides tienen una temperatura muy baja en su superficie, normalmente alrededor de los -73 ºC. Además, tienen muchos cráteres debido a impactos.
- Atmósfera: Los asteroides no tienen atmósfera, pero algunos poseen al menos un satélite.
- Apariencia: Desde la superficie terrestre, los asteroides se ven como pequeños puntos de luz, como si fuesen estrellas.
Curiosidades
¿Una luna de Venus?
Venus no tiene satélites naturales. Sin embargo, en el siglo XV se confundió al objeto llamado “2002 VE68” como uno. En realidad, este cuerpo es un asteroide que orbita hace 7000 años las cercanías del planeta hermano y se sabe que en 500 años será expulsado de su órbita actual. Era conocido con el nombre de Neith y en 2002 se lo identificó correctamente por lo que es. De hecho, 2002 VE68, la cuasiluna de Venus, llega a acercarse a la Tierra y a Mercurio.
Las lunas de Marte, dos asteroides capturados por el planeta rojo.
Otra característica típica de Marte es la presencia de dos satélites naturales: Fobos y Deimos[note]Fobos toma su nombre del griego Φóβoς, “miedo”; Deimos, por su parte, también proviene de un vocablo de la misma lengua: Δείμος, “terror”.[/note].
Fobos es el satélite más grande de Marte y el más cercano al planeta. Sus particularidades más sobresalientes son el hecho de que se encuentra muy cerca de Marte (a unos 6.000 km, es el satélite más cercano a su planeta en todo el Sistema Solar) y que tiene una porosidad significativa debido a que, lejos de ser considerado completamente sólido, tiene una muy baja densidad de 1,85 g/cm3.
De hecho, se sabe que Fobos colisionará contra Marte dentro de unos 50 a 100 millones de años debido a las fuerzas que el planeta rojo ejerce sobre él, fuerzas que también son responsables de que siempre se vea la misma cara del satélite desde un punto de vista marciano. Posee una masa de 1,072 x 1016 kg y un diámetro angular de 22,2 km. Por otro lado, Deimos es el más pequeño de los dos satélites. Tiene un radio orbital medio de 23.460 km un diámetro angular de 12,6 km. Se compone de roca con grandes proporciones de Carbono (C), y su superficie no presenta tantos cráteres como Fobos.
Ambos cuerpos pueden ser asteroides que fueron captados por la gravedad de Marte, tras ser sus órbitas afectadas por la inmensa gravedad del planeta más grande del sistema solar, Júpiter.
Clasificación de los Asteroides según Tipos Espectrales
El análisis de la luz reflejada por los asteroides es una herramienta fundamental para comprender sus composiciones superficiales. A través del estudio de los espectros de absorción de cientos de asteroides, los científicos han logrado clasificarlos en varios tipos espectrales, cada uno de los cuales brinda información clave sobre su naturaleza. Entre los principales tipos se encuentran los asteroides de tipo “S”, “C”, “M”, “V” y “D”. No obstante, es importante destacar que materiales distintos pueden presentar espectros de absorción similares. Estos espectros pueden verse influenciados por el estado de la superficie del asteroide, ya sea porosa o compacta, fragmentada o cubierta de polvo, y por la exposición prolongada a radiaciones solares y cósmicas. Los modelos de clasificación más utilizados son los de Tholen y SMASS.
Tipo Espectral S
Los asteroides de tipo S representan aproximadamente el 17 % de los asteroides conocidos. Con un albedo promedio de 0,14, estos asteroides contienen metales en su composición y están compuestos principalmente por silicio. Son predominantes en la parte interna del cinturón de asteroides. Su brillo relativo y su contenido metálico los hacen un objeto de estudio interesante para entender la diversidad de materiales en el sistema solar.
Tipo Espectral C
Constituyendo más de la mitad de los asteroides conocidos, los asteroides de tipo C tienen un albedo inferior a 0,04. Estos cuerpos celestes son extremadamente oscuros y similares a los meteoritos carbonáceos. Su alta concentración de carbono les confiere propiedades únicas y los hace fundamentales para estudiar la evolución química del sistema solar. La oscuridad de estos asteroides sugiere una composición primordial que ha cambiado poco desde la formación del sistema solar.
Tipo Espectral M
Los asteroides de tipo M son notablemente brillantes, con albedos que varían entre 0,10 y 0,18. Están compuestos principalmente por metales como níquel y hierro, lo que sugiere que podrían provenir del núcleo de asteroides diferenciados. La brillantez y composición metálica de estos asteroides los hace candidatos para estudios sobre la diferenciación planetaria y el proceso de formación de núcleos planetarios.
Tipo Espectral V
Conocidos como vestoides, estos asteroides presentan un espectro muy similar al de Vesta, el asteroide más grande en su tipo. Los vestoides comparten características orbitales con Vesta, como excentricidad e inclinación, y se encuentran en un rango del semieje mayor entre 2,18 y 2,5 unidades astronómicas, una región conocida como el hueco de Kirkwood 3:1. Esto sugiere que pueden haber tenido un origen común, probablemente debido a un gran impacto en Vesta. Son relativamente brillantes y contienen más piroxeno que los asteroides tipo S, además de estar relacionados con los meteoritos HED (howarditas, eucritas y diogenitas).
Tipo Espectral D
Los asteroides de tipo D poseen un albedo muy bajo, entre 0,02 y 0,05, y son característicamente rojos en longitudes de onda largas, posiblemente debido a la presencia de materiales ricos en carbono. Estos asteroides son raros en el cinturón principal y se encuentran más comúnmente a distancias mayores a 3,3 unidades astronómicas del Sol, en regiones cercanas a la resonancia 2:1 con Júpiter. Su baja reflectividad y composición rica en carbono sugieren que podrían contener materiales primitivos y sin alterar, ofreciendo una ventana al estado del material solar primitivo.
Conclusión
La clasificación espectral de los asteroides proporciona una ventana crucial para comprender la diversidad y evolución de estos cuerpos en el sistema solar. Cada tipo espectral revela información única sobre la composición y el origen de los asteroides, y la continua investigación en esta área sigue aportando valiosos conocimientos sobre la formación y evolución del sistema solar. Los modelos de Tholen y SMASS siguen siendo herramientas fundamentales para los astrónomos en la identificación y estudio de estos fascinantes objetos celestes.
Recomendaciones
https://spaceplace.nasa.gov/asteroid/sp
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