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Las CIENCIAS FÁCTICAS según Mario Bunge.

En este artículo, repasaremos los estudios epistemológicos realizados por Mario Bunge sobre las ciencias fácticas. Analizaremos qué características presentan las ciencias fácticas de acuerdo a su pensamiento y cómo las diferencia de las ciencias formales.

Mario Bunge (1919-2020)

La epistemología.

Para entender correctamente lo que Mario Bunge pensaba sobre las Ciencias Fácticas, debemos -primero- analizar qué se entiende por epistemología. ¡Allá vamos!

¿Qué es la epistemología?

En épocas contemporáneas, Mario Bunge (físico, filósofo y humanista argentino, nacido el 21 de septiembre de 1919, ganador del Premio Príncipe de Asturias en 1982 y fallecido el 24 de febrero de 2020) es un gran expositor de la epistemología.

¿Quién fue Mario Bunge?

En cuanto a su texto “Epistemología, curso de actualización”, del año 2002, Bunge explica que la filosofía de la ciencia o epistemología es la rama de la filosofía que estudia la investigación científica y su producto, el cual es el conocimiento científico.

Por otra parte, y del mismo autor que La nueva epistemología, el texto La ciencia: su método y su filosofía intenta realizar una reflexión acerca de un punto más amplio que el comentado en párrafos anteriores. Dedica sus páginas al estudio de la ciencia en sí, haciéndose preguntas sobre qué es la ciencia, escapando entonces del análisis puramente enfocado al pasado de la epistemología. Es decir, caracteriza el conocimiento científico y la investigación científica tal como es concebido en la actualidad.

Para más información sobre Epistemología, te sugerimos nuestro artículo “Todo sobre EPISTEMOLOGÍA, una rama de la filosofía.”

Disponible en: https://www.ensambledeideas.com/epistemologia/

Mario Bunge comienza:

“Mientras los animales sólo están en el mundo, el hombre trata de entenderlo. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta. La ciencia como actividad (como investigación) pertenece a la vida social; en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología”.

Mario Bunge

Las ciencias formales vs. las ciencias fácticas.

Mario Bunge diferencia dos tipos esenciales de ciencias: la ciencia formal y la ciencia fáctica.

La ciencia formal tiene como objeto de estudio lo ideal. Los enunciados consisten en relaciones entre signos y para demostrar los teoremas se utiliza la lógica.

Mario Bunge y las Ciencias Fácticas.
Mario Bunge (1919-2020) .

Por otro lado, la ciencia fáctica tiene como objeto de estudio lo material. Los enunciados se refieren en su mayoría a entes extracientíficos (sucesos y procesos). Para confirmar sus conjeturas necesitan de la observación y/o experimentación. Sabemos que las ciencias fácticas involucran ciencias cuyas tareas se resumen en estudiar la naturaleza: las sustancias, su estructura, sus propiedades y reacciones y las leyes que rigen estas reacciones, etc.

Ejemplos de ciencias fácticas

  1. Física: estudia las propiedades y comportamiento de la materia y la energía en el universo.
  2. Biología: estudio de los seres vivos y su funcionamiento.
  3. Química: estudio de la estructura, composición y propiedades de las sustancias.
  4. Geología: estudio de la estructura, composición, historia y procesos que dan forma a la Tierra.
  5. Astronomía: estudio del universo y los cuerpos celestes.

Para más información, te sugerimos nuestro artículo https://www.ensambledeideas.com/5-disciplinas-de-las-ciencias-naturales/

Ejemplos de ciencias formales

  1. Matemáticas: estudio de las propiedades y relaciones de los números y las figuras.
  2. Lógica: estudio de la estructura y principios del razonamiento válido.
  3. Teoría de la computación: estudio de los fundamentos teóricos de la informática.
  4. Teoría de sistemas: estudio de la estructura y comportamiento de sistemas complejos.
  5. Estadística: estudio de la recolección, análisis e interpretación de datos.

Características de las ciencias fácticas

Sabiendo ello y las características previamente dichas, Bunge caracteriza las ciencias fácticas mediante los siguientes ítems:

Según el filósofo Mario Bunge, las características de las ciencias facticas (también conocidas como ciencias empíricas) son las siguientes:

  1. Son fácticas: es decir, se basan en hechos concretos, observables y verificables.
  2. Son sistemáticas: las ciencias facticas buscan establecer relaciones causales y leyes que permitan explicar los fenómenos observados de manera sistemática y ordenada.
  3. Son metodológicas: las ciencias facticas utilizan métodos rigurosos para recopilar, analizar y evaluar los datos.
  4. Son teóricas: las ciencias facticas buscan establecer teorías que expliquen los hechos observados, y que puedan ser contrastadas y verificadas.
  5. Son objetivas: las ciencias facticas buscan la objetividad, es decir, una descripción y explicación de los hechos que esté libre de prejuicios o valoraciones subjetivas.
  6. Son verificables: las teorías y las hipótesis formuladas por las ciencias facticas deben ser verificables mediante la observación o la experimentación.
  7. Son acumulativas: las ciencias facticas buscan acumular conocimientos y teorías, de tal manera que cada nueva investigación se construya sobre la base de los conocimientos previos.
  8. Son abiertas: las ciencias facticas están en constante evolución y cambio, y siempre están abiertas a nuevas evidencias y perspectivas.

Si necesitas conocer las características de las ciencias fácticas en palabras de Mario Bunge, expande aquí [expand]

En sus palabras:

1) El conocimiento científico es fáctico: parte de los hechos, los respeta hasta cierto punto, y siempre vuelve a ellos.

2) El conocimiento científico trasciende los hechos: descarta los hechos, produce nuevos hechos, y los explica.

3) La ciencia es analítica: la investigación científica aborda problemas circunscriptos, uno a uno, y trata de descomponerlo todo en elementos (no necesariamente últimos o siquiera reales).

4) La investigación científica es especializada: una consecuencia del enfoque analítico de los problemas es la especialización.
5) El conocimiento científico es claro y preciso:
La claridad y la precisión se obtienen en ciencia de las siguientes maneras:
                a) los problemas se formulan de manera clara; lo primero, y a menudo lo más difícil, es distinguir cuáles son los problemas.
                b) la ciencia parte de nociones que parecen claras al no iniciado; y las complica, purifica y eventualmente las rechaza.
                c) la ciencia define la mayoría de sus conceptos.
                d) la ciencia crea lenguajes artificiales inventando símbolos (palabras, signos matemáticos, símbolos químicos, etc.
                e) la ciencia procura siempre medir y registrar los fenómenos.

6) El conocimiento científico es comunicable: no es inefable sino expresable, no es privado sino público.

7) El conocimiento científico es verificable: debe aprobar el examen de la experiencia.

8) La investigación científica es metódica: no es errática sino planeada. Los investigadores no tantean en la oscuridad: saben lo que buscan y cómo encontrarlo.

9) El conocimiento científico es sistemático: una ciencia no es un agregado de informaciones inconexas, sino un sistema de ideas conectadas lógicamente entre sí.

10) El conocimiento científico es general: ubica los hechos singulares en pautas generales, los enunciados particulares en esquemas amplios.

11) El conocimiento científico es legal: busca leyes (de la naturaleza y de la cultura) y las aplica. El conocimiento científico inserta los hechos singulares en pautas generales llamadas “leyes naturales”o “leyes sociales”.

12) La ciencia es explicativa: intenta explicar los hechos en términos de leyes, y las leyes en términos de principios.

13) El conocimiento científico es predictivo: Trasciende la masa de los hechos de experiencia, imaginando cómo puede haber sido el pasado y cómo podrá ser el futuro.

14) La ciencia es abierta: no reconoce barreras a priori que limiten el conocimiento. Si un conocimiento fáctico no es refutable en principio, entonces no pertenece a la ciencia sino a algún otro campo.

15) La ciencia es útil. La utilidad de la ciencia es una consecuencia de su objetividad; sin proponerse necesariamente alcanzar resultados aplicables en nueva tecnología, la investigación los provee a la corta o a la larga.
Bunge, Mario. La ciencia. Su método y filosofía. “¿Qué es la Ciencia?”.

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¿Cuáles son las características del conocimiento científico?

El siguiente es un resumen de las características del conocimiento científico:

  1. Es fáctico y respeta los hechos.
  2. Trasciende los hechos y produce nuevos hechos.
  3. Es analítico y descompone problemas en elementos.
  4. Es especializado debido a su enfoque analítico.
  5. Es claro y preciso, definido por conceptos, utiliza lenguajes artificiales y procura medir y registrar los fenómenos.
  6. Es comunicable y público.
  7. Es verificable a través de la experiencia.
  8. Es metódico y planeado.
  9. Es sistemático y conecta las ideas lógicamente.
  10. Es general y ubica los hechos singulares en pautas generales.
  11. Es legal y busca leyes de la naturaleza y de la cultura.
  12. Es explicativo y busca explicar los hechos en términos de leyes y principios.
  13. Es predictivo y trasciende los hechos de experiencia.
  14. Es abierta y no reconoce barreras a priori que limiten el conocimiento.
  15. Es útil debido a su objetividad y a la aplicación de la investigación en la tecnología.

“Siempre debe considerarse que en filosofía científica todo es problemático: todo conocimiento fáctico es falible (pero perfectible), y aun las estructuras formales pueden reagruparse de maneras más económicas y racionales.
Los partidarios del método científico no deben apegarse obstinadamente al saber, ni siquiera a los medios consagrados para adquirir conocimiento, sino que debe adoptar una actitud investigadora”, narra Bunge.

Las ciencias fácticas y el método científico

Para alcanzar el objetivo de estudiar la naturaleza, la investigación científica en particular se lleva a cabo habitualmente por medio de un método científico, término tratado por Bunge al hablar de las ciencias fácticas. Consta de una serie de pasos o etapas que comienza con la observación y el consiguiente planteo de un problema que luego será investigado.

El método científico.

Una vez planteado el problema se procede a la recopilación de datos que se relacionen con el tema investigado. Con todo ello se construye una posible explicación o respuesta del problema (esto es la hipótesis, cuya veracidad o falsedad será puesta a prueba por medio de la experimentación). Tratada la experiencia, se enuncia una conclusión y una ley o teoría científica que será la solución al problema planteado desde el principio.

El método científico, no obstante, no es seguro; pero es intrínsecamente progresivo, porque puede autocorregirse: necesita de la continua comprobación de los puntos de partida, y requiere que todo resultado sea considerado como fuente de nuevas preguntas e hipótesis.

Te sugerimos nuestro artículo sobre Método Científico en https://www.ensambledeideas.com/metodo-cientifico/

La importancia del conocimiento de las ciencias fácticas y las ciencias formales

En conclusión, según Mario Bunge, las ciencias facticas y formales difieren en su objeto de estudio, en sus métodos y en el tipo de conocimiento que producen. Las ciencias facticas se ocupan de los fenómenos naturales y sociales, y se basan en la observación, la experimentación y la verificación empírica para producir conocimiento fáctico, es decir, conocimiento sobre cómo son y cómo funcionan las cosas. Por otro lado, las ciencias formales se ocupan de objetos abstractos, como números y geometría, y se basan en la deducción y la demostración para producir conocimiento formal, es decir, conocimiento sobre cómo deben ser las cosas.

Es importante comprender estas diferencias, ya que nos permiten entender la diversidad de enfoques y metodologías que existen en la investigación científica. Además, conocer estas diferencias nos permite apreciar la complementariedad de las distintas disciplinas científicas y cómo trabajan juntas para construir nuestro conocimiento sobre el mundo que nos rodea.

Bibliografía

  • Boido, Guillermo. Noticias del Planeta Tierra. Galileo Galilei y la revolución científica (Editorial A-Z).
  • Bunge, Mario. La ciencia. Su método y filosofía. “¿Qué es la Ciencia?”.
El Modelo de Ptolomeo y el Modelo de Copérnico. Diferencias entre los 2 modelos
modelo ptolomeo
El Modelo de Ptolomeo y el Modelo de Copérnico.

¿Cuáles fueron los elementos que definieron las diferencias entre el modelo de Ptolomeo y el modelo de Copérnico? ¿Por qué se ha denominado “revolución” a este cambio de paradigma científico? En este artículo, se responderán estas preguntas y muchas otras que abarca el estudio de la Epistemología.

El modelo de Ptolomeo

modelo de ptolomeo
Claudio Ptolomeo – Modelo de Ptolomeo

Claudio Ptolomeo vivió en el Egipto helenizado siglos antes de nuestra era. Su obra más importante es el Almagesto, siendo esta la más famosa creación de astronomía griega que se conservó.

Dicho texto se ha elaborado a partir de un gran número de observaciones astronómicas con el propósito de establecer un modelo numérico que permitiera predecir la posición de los planetas a futuro. Ptolomeo adopta un modelo geocéntrico, según el cual el Universo está constituido por una Tierra, fija y situada en su centro, además del Sol, la Luna y cinco cuerpos celestes denominados “estrellas errantes” que giraban a su alrededor. Como fondo, se encontraba un cielo de “estrellas fijas”, además de otros cuerpos que aparecían ocasionalmente.

La razón fundamental para considerar la tierra fija era la ausencia aparente de movimiento de las estrellas fijas. Ptolomeo sitúa a Venus como el planeta más cercano al Sol, y a Mercurio como el más cercano a la Tierra. De acuerdo con los ideales de perfección que debían ser reflejados por el Universo, los movimientos de todos estos cuerpos eran perfectamente circulares.

Sin embargo, esta exigencia filosófica de perfección chocaba con los datos procedentes de la observación, especialmente en lo relativo al movimiento de los planetas. Ptolomeo resolvió el problema proponiendo que el planeta realizaría movimientos circulares en torno a un punto, al mismo tiempo que se mueve alrededor de la Tierra. Dichos movimientos se denominan epiciclos. En otras palabras, los planetas describían pequeños círculos denominados epiciclos cuyo centro se desplazaba sobre un círculo mayor llamado deferente alrededor de la Tierra.

Los datos observacionales de Ptolomeo se ajustaban muy bien a su modelo, y los principios en los que este se basaba también coincidían con el paradigma de la época, dado que, primero, coincidían con la exigencia de perfección y, luego, con la visión cristiana del mundo. Este conjunto de factores, empezando por la validez de las predicciones y, por tanto, por la utilidad del modelo, explica que se mantuviera como único aceptado durante 1700 años, a pesar de propuestas bastante tempranas para sustituirlo por un modelo heliocéntrico.

En resumen, Claudio Ptolomeo planteó un modelo del Universo con la Tierra en el centro. En este modelo, la Tierra permanece estacionaria, mientras los planetas, la Luna y el Sol describen complicadas órbitas alrededor de ella. Esta visión geocéntrica del mundo se mantuvo casi dos mil años, por varios factores, hasta que Copérnico la modificó con su modelo heliocéntrico.

El modelo de Copérnico

Nicolás Copérnico –
El modelo de Ptolomeo y el modelo de Copérnico

Nicolás Copérnico fue un científico polaco cuya aportación más conocida es su obra De revolutionibus orbium coelestium (“Sobre el movimiento de las esferas celestiales”), en la que proponía sustituir el modelo cosmológico ptolemaico por uno diferente, en el que el Sol ocupara el centro del Sistema Solar, con la Tierra y los planetas girando a su alrededor, en órbitas circulares, y la Luna girando en torno a la Tierra. Este libro cambió el paradigma actual, generando cambios profundos de la sociedad, es decir, modificó el modo de pensar de la sociedad.

A pesar de que el modelo de Ptolomeo se ajustaba bastante bien a las condiciones tanto de validez de los datos como de contexto científico, dicho modelo generaba dudas en algunos científicos. Como es en el caso de Copérnico, quien propuso un modelo diferente al de Ptolomeo para explicar lo observado en la esfera celeste, dicho modelo puede resumirse en los siguientes puntos:

  1. El universo es esférico, pero su centro no coincide con el centro de la Tierra, asimismo esférica, sino con el centro de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Este punto, a su vez, no coincide exactamente con el centro del Sol, que está ligeramente desviado.
  2. Los planetas se encuentran en epiciclos cuyas deferentes están centradas en el Sol. Su movimiento es circular y uniforme, o bien está compuesto por movimientos circulares y uniformes.
  3. La única deferente no centrada en el Sol es la de la Luna, centrada en la Tierra.
  4. La Tierra se mueve en una deferente centrada aproximadamente en el Sol y gira una vez al día en torno a sí misma. Su eje de giro se comporta de tal manera que permanece paralelo a sí mismo, dirigido al mismo punto de la esfera de las estrellas fijas mediante el movimiento de declinación, movimiento nuevo que introdujo Copérnico por vez primera.
  5. La esfera de las estrellas fijas se encuentra a una distancia que puede considerarse infinita si se compara con la distancia que separa la Tierra del Sol. Por esta razón no se puede apreciar el efecto de paralaje.
  6. La esfera de las estrellas fijas permanece inmóvil en el espacio.
  7. Cualquier movimiento que se aprecie desde la Tierra es sólo aparente y se debe al movimiento propio de la Tierra.
  8. Los movimientos retrógrados de los planetas son sólo aparentes y resultan de la composición de los movimientos simultáneos de la Tierra y de los planetas en torno al Sol. También se explican los cambios de brillo de los planetas a lo largo de sus desplazamientos por sus órbitas.

La reacción científica a las ideas de Copérnico fue bastante seria y profunda, si bien el heliocentrismo tuvo ya precursores, como Heráclides, quien fue discípulo de Platón y sugirió la rotación de Mercurio y Venus en torno al Sol para explicar por qué estos planetas siempre se veían cerca de dicho astro, y Aristarco de Samos, que sugirió que las posiciones de los astros se explicarían más fácilmente si algunos planetas giraran alrededor del Sol.

El heliocentrismo en la antigüedad clásica había sido rechazado como resultado de un debate científico en el que se incluían pruebas mecánicas que, por aquel entonces, se interpretaban erróneamente. El mismo debate, más complejo aún, se repitió en el siglo XVI y se extendió hasta bien entrado el XVII. En él intervinieron científicos de gran valía en defensa de uno y otro modelo. Incluso se propusieron modelos que trataban de compatibilizar el ptolemaico y el copernicano, como por el ejemplo el modelo que proponía que todos los cuerpos celestes excepto la Tierra giraban en torno al Sol, mientras que éste lo hacía en torno a la Tierra, que ocupaba el centro del Universo.

El mayor problema de la polémica entre geocentrismo y heliocentrismo, sin embargo, se debió a la influencia de factores externos a los científicos. Entre esos factores, el más destacable fue el de la intervención de la Iglesia.

De revolutionibus orbium coelestium (“Sobre el movimiento de las esferas celestiales”) forma una de las obras que iniciaron un periodo histórico conocido con el nombre de revolución científica, en la cual los nuevos conocimientos -no sólo en astronomía- transformaron las visiones antiguas y medievales sobre la naturaleza y sentaron las bases de la ciencia moderna. La revolución copernicana fue fundamental en el desarrollo del mundo occidental, por las siguientes razones:

• Fue, como todas las revoluciones, una revolución de las ideas.

• Transformó el concepto que la humanidad tenía del universo y del lugar que ocupa en él.

• Invalidó la física aristotélica pues, al no coincidir el centro de la Tierra con el centro de las esferas naturales de los elementos, dejaban de ser válidas las leyes del movimiento que Aristóteles había enunciado.

• Despertó el interés de la sociedad por la cosmología. Este interés ha llegado intacto hasta nuestros días, en los que los proyectos científicos más importantes y de mayor presupuesto son los cosmológicos, ya sean los que consisten en naves no tripuladas que estudian las características del universo o naves tripuladas que nos lleven a otros planetas.

Es así, entonces, como se diferencian el modelo de Ptolomeo y el modelo de Copérnico sobre la concepción del universo.

Nuestras últimas publicaciones

El Modelo de Ptolomeo y el Modelo de Copérnico. Diferencias entre los 2 modelos – Ensamble de Ideas – Copýright MMXXII

Tales de Mileto, el 1º filósofo natural

Tales de Mileto, el primer filósofo natural.

Todos nos hemos detenido alguna vez -incluso sin darnos cuenta- a pensar sobre la naturaleza. Preguntar porqués, buscar razones para algo por pura curiosidad. No estarías leyendo este artículo si no fuera porque eres curioso. Un día alguien se pregunto: “¿Por qué suceden los terremotos?”. Esta pregunta se la hizo un comerciante de aceitunas hace 2600 años.

Tales de mileto, filósofo natural.
Tales de Mileto (620 a. C.-. 546 a. C.).

En el siglo VI a.C., Mileto creaba una nueva cosmología, una nueva forma de entender el mundo.
Por ejemplo, creía que la Tierra se asemeja a una bolsa que flotaba en un gigantesco océano (a la luz de los conocimientos modernos, esto te sonará extraño) y que sus aguas están usualmente quietas; pero, muy de vez en cuando, se agitan. Cuando esto último sucede, estamos en presencia de un terremoto.

A pesar de que Tales de Mileto es más conocido por un famoso teorema que se estudia en matemáticas, se le atribuye el título de primer filósofo natural.

El concepto de átomo, según Tales de Mileto.

En los tiempos de Tales de Mileto, surgió por primera vez la idea del átomo: pensaban que la materia era discontinua, que debería existir un límite en el que la materia ya no pueda dividirse en partes cada vez más pequeñas en el caso de que uno separase un cuerpo a la mitad una y otra y otra vez. Creyeron que existían átomos particulares que ya no podían dividirse más. De hecho, la palabra “átomo” surge de las palabras griegas “a” (que significa “sin”) y “tomos” (“partes”); es decir, “sin partes”).

Pensaban que el universo era infinito y que únicamente existía materia y vacío. Sin poder comprobar experimentalmente la existencia de los átomos, no estaban muy alejados de los conocimientos que tenemos hoy en día, miles de años después.
A los filósofos que creían en todo esto se los llamó “atomistas griegos”, en el siglo V, a.C.

Mesografía Sugerida

En el portal fundacionaquae.org, se trata sobre la concepción del universo de Tales de Mileto, disponible en: https://www.fundacionaquae.org/wiki-aquae/el-agua-principio-de-todas-las-cosas-que-existen-tales-de-mileto/

La Doctrina de las 4 Causas de Aristóteles y la Mecánica Aristotélica.
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Aristóteles (Estagira, 384 a. C. – Calcis, 322 a. C)

La Doctrina de las 4 Causas de Aristóteles

Aristóteles pensó en que debemos conocer los principios de los seres naturales. Él reconoce cuatro causas primordiales del ser: material, formal (ambas intrínsecas, que constituyen al ser), eficiente y final (estas últimas extrínsecas, implican el devenir).

Lo material es aquello de lo cual algo nace o surge o se crea, como si de un soporte se tratara (puede ser madera, piedra, entre otros, por ejemplo el oro de una corona sería la materia).

Lo formal es la idea o paradigma de la que depende lo específico de cada ser, es decir, la esencia del objeto, o la esencia del ser (por ejemplo, la forma de la corona sería la causa formal). Esta causa determina la materia.

Lo eficiente es el principio del cambio o del movimiento (en el ejemplo de la corona, el hacedor de la misma –es decir, quien la realiza­­– es la causa eficiente). Por su parte, y por último, la causa final es aquel agente que produce un movimiento o cambio. Es la realidad o fin hacia el cual un ser se dirige. Es la meta de un ser (por ejemplo, la causa final es colocarse sobre la cabeza de un rey para mostrar su poder y riqueza, adornando su vestimenta).

Aristóteles

Aristóteles separa al universo en un mundo supralunar y un mundo sublunar; o sea, todo aquello que se halla por debajo de la luna, por un lado, y todo lo que se ubica por encima, por el otro.

Las características de ambos mundos son muy diferentes porque la observación que podemos tener de uno y otro mundo es muy distinta.

Por debajo de la luna observamos los cuatro elementos (aire, agua, tierra y fuego) mientras que por encima de la luna no observamos ninguno de ellos. Aristóteles dice que en el mundo supralunar únicamente hay éter, que correspondería, entonces, al quinto elemento.

La Doctrina de las 4 Causas de Aristóteles – Los cuatro elementos

El movimiento sublunar es muy variado, se dan todos los tipos de movimiento que Aristóteles describe (sustancial, cualitativo, cuantitativo y local) mientras que en el mundo supralunar sólo se identifican movimientos circulares perfectos. Según la teoría geocéntrica de Aristóteles las estrellas más lejanas giran alrededor de la tierra.


El primer motor inmóvil es un postulado que introduce Aristóteles con el fin de explicar que existe el movimiento en el cosmos. Este primer motor pondría todo en movimiento, sin que fuera movido por nada. 

Experimentación en animales: Ética científica puesto bajo la lupa

La experimentación en animales

Esther Díaz expone en “Los nuevos imperativos morales en la empresa económica posmoderna” (en Metodología de las ciencias sociales, Ed. Biblos, 1998) que en el terreno de la ética se pueden distinguir diferentes planos bien diferenciados, con el fin de analizar los alcances de esta rama de la filosofía. La ética aplicada (definida por la autora como “el nivel de la normativa concreta o moral propiamente dicha, donde se establece lo que se considera correcto de lo incorrecto”) será el plano que se dedicará a estudiar, por ejemplo, problemas éticos relacionados con la experimentación con animales en laboratorios y sus derechos como seres vivos.

Los animales de experimentación

Éste es el tema de interés científico que estudiaremos a partir de aquí en adelante. Norberto Barassi y otros, en “Ética en el uso de animales de experimentación” (Sociedad de Medicina Veterinaria, Argentina, 1996) escriben que los animales de experimentación son fundamentales en el engranaje de la biomedicina (lo describen como una “pieza fundamental”), “tanto en los proyectos de investigación como en las pruebas diagnósticas y en los controles de productos farmacológicos”. No obstante, los autores realizan una excelente descripción de los “hechos y valores” basándose en el progreso de los conocimientos biológicos y el perfeccionamiento de los medios de protección de la salud animal (así como humana).

experimentacion en animales
El ojo puesto sobre la experimentación en animales.

Grandes avances se hicieron en el marco legal argentino y mundial acerca de los estudios científicos ligados al uso de animales como si fueran meros “instrumentos de laboratorio”, sin derecho alguno. Sin embargo, la práctica continúa con un gran grado de libertad en la búsqueda de nuevos descubrimientos al borde de un conflicto ético entre los defensores de los derechos de los animales y los biólogos investigadores.

Sin ir más lejos, noticias recientes relacionadas con el transplante de células madres para la cura de enfermedades como el Parkinson, o la supresión de traumas en sectores específicos del cerebro a partir de sustancias específicas inyectadas suelen dejar a la luz (explícitamente) las pruebas y los ensayos hechos con vertebrados en las experimentaciones necesarias.

Una forma de afrontar las discusiones a favor y en contra de las temáticas que conllevan un análisis profundo y complejo, debido a las cuestiones puestas en juego, es contando con el apoyo de un gran número de personas capaces de hacer saltar el estudio de la problemática desde un nivel personal a un nivel nacional. Entonces, este análisis no podrá ser defendido (cualquiera sea la postura que se tome al respecto) por un solo individuo, sino en sociedad, donde las múltiples voces abrirán el campo reflexivo acorde a cómo debe ser llevada a cabo.

Así, un Estado puede debatir públicamente proyectos de ley que giren en torno a problemáticas complejas o una institución puede tomar decisiones de algún caso en particular, con el escudo del pensamiento racional y la ética filosófica, entre otras armas.


Cullen hace mención de la importancia del ser humano como ser social y no aislado en “El lugar del otro en la educación moral” (en Perfiles éticos-políticos de la educación, Paidós, 2004) diciendo que “hacerse cargo de las diferencias termina siendo la posibilidad de construir alternativas de convivencia que, en diferentes niveles, impliquen algún grado de comunicación y comunidad”, dejando en claro que la justicia y la responsabilidad de los actos y decretos tomados dependen de la convivencia ético-política y sus principios.

Muchas veces, los debates éticos tienen la tarea de proponer un cambio enfrentándose a costumbres y prácticas fuertemente arraigadas en la historia de la humanidad. Ya Aristóteles (384 a.C. – 322 a.C.) y el reconocido médico romano Galeno (130 d.C. – 200 d.C.) habían experimentado en animales en edades tempranas para la filosofía y la ciencia médica.

En años más recientes, Pasteur (1822 – 1895) o Pavlov (1849 – 1936) hicieron sus grandes aportes a la biología y a la psicología valiéndose de vertebrados como ovejas y perros, respectivamente. ¿Se convierte esto, por lo tanto, en un obstáculo para los que decidimos dar batalla contra las atrocidades cometidas en laboratorios, cuando los resultados de las investigaciones están a la vista de todos, según argumentaría cualquier defensor de la práctica aberrante de usar animales cual si fuesen tubos de ensayos vivientes? Evidentemente, buscar otras formas de obtener conocimiento científico aumenta su grado de dificultad cuando la historia se encuentra a favor de los maltratos.

Sin embargo, cuando se logra la fuerza necesaria para institucionalizar un debate o llevar a niveles nacionales las problemáticas por las que se lucha, tornándolas mediáticas,  es más fácil que nuevas normas nazcan y deban ser respetadas (en el territorio del país donde los proyectos se transforman finalmente en ley, o bien universalmente con nuevos decretos impuestos a nivel mundial).

Y aquí, finalmente, se presenta un nuevo problema. ¿La universalización es lo correcto en todos los casos tratados? Acerca de esto, F. Haynes en Ética y Escuela (Ed. Gedisa, 2002) traslada sus pensamientos a las políticas escolares afirmando, tajante, que “cuando uno no universaliza, la prueba de las consecuencias se aplica meramente al acto específico y singular de uno mismo”. También explica que: “desde cuando uno universaliza, la prueba de las consecuencias se aplica a la norma de las propias acciones, y ésta es una norma que todos deben cumplir.”


La influencia de la comunidad médica y su buena organización hizo que en la historia fallaran muchísimas veces los esfuerzos para evitar la investigación con animales. Entrando recién la segunda mitad del Siglo XX, ciertos grupos alrededor del mundo fueron consiguiendo avances relevantes en cuanto a bioética y bienestar animal. Hoy en día, muchas naciones cuentan con actas estatales que defienden los derechos de los seres vivos y se prohíbe la práctica o se obliga a ser sustituida por otra.

Siempre que sea apropiado deberán utilizarse métodos como simulación por computadora, laboratorios virtuales, experimentaciones in vitro. “Toda manipulación de un animal que pueda causarle más que un dolor o una molestia momentáneos o mínimos deberá hacerse previa sedación, analgesia o anestesia adecuada según las prácticas veterinarias aceptadas”, narran Barassi y otros en sus escritos sobre bioética en el laboratorio.

La comunidad que lucha debe enfrentarse y defender su postura con un buen uso de la razón y la palabra para poder crear las normas y hacerlas cumplir. Haynes nuevamente retoma esto afirmando que “desde una perspectiva objetiva de la misma acción o intención, la persona avanza hacia una toma de decisiones racional, pasando para ello de las consecuencias de comportarse de una determinada forma a las consecuencias más conceptuales de contravenir o cumplir una norma”.

Ciertamente, la complejidad de cada debate es directamente proporcional a los diferentes temas tratados, su enfoque y sus consecuencias en la sociedad: eutanasia, fecundación in vitro, aborto, clonación, entre otros (como se ve, la mayoría gira en función de la medicina actual y sus alcances), requieren un grado de investigación, conciencia, raciocinio, reflexión y estudios estadísticos muy complejos que contará con diferentes y variadas posturas dentro de una misma nación.

Todas las posturas serán consideradas como válidas, en cuanto sus argumentaciones sean objetivamente razonables. Sin embargo, nuevamente entramos en conflicto, pues la cultura tiende a volver subjetivas muchas maneras de pensar. Será cada individuo el que deba discernir, con prudencia y buen juicio, su comprensión y concepción en cada postura, dispuesto a interiorizar las normas que se vayan construyendo a nivel social.

La experimentación en animales – Ensamble de Ideas – Copyright MMXXII


Prof. H. R. Gómez
 


 
Bibliografía

– BARASSI, Norberto y otros (1996): “Ética en el uso de animales de experimentación”. Sociedad de Medicina Veterinaria. Argentina. Disponible en:
http://www.medicinabuenosaires.com/revistas/vol56-96/5/animalesdexp.htm
– CULLEN C. (2004): “Perfiles éticos-políticos de la educación”. Buenos Aires. Paidós. (Segunda Parte. Cap. 7: “El lugar del otro en la educación moral”.)
– DÍAZ, E. (1998): “Los nuevos imperativos morales en la empresa económica posmoderna” en “Metodología de las ciencias sociales”. Buenos Aires. Ed. Biblos.
– HAYNES, F. (2002): “Ética y escuela”. Ed. Gedisa. Barcelona. (Introducción.)
– ESPINOZA, Ana María y otros (2009): “Enseñar a leer textos de ciencias”. Ed. Paidós. Buenos Aires. (Cap. 3: “El texto expositivo: interacciones sujeto-texto”).
– SUTTON, Clive (1997): “Ideas sobre la ciencia e ideas sobre el lenguaje” en Revista Alambique N° 12: Didáctica de las ciencias experimentales. Barcelona. Ed. Grao.