Introducción Arte Romano en sus distintas modalidades
INTRODUCCIÓN
La civilización romana se extiende desde el siglo VIII a. C. hasta el siglo V d. C. Sin embargo, el arte romano tiene su auge desde fines del siglo I a. C. hasta el primer siglo de nuestra era. Su decadencia tuvo lugar en el siglo cuarto.
El arte de Roma, por otra parte, tuvo influencias de otras civilizaciones: la etrusca y la griega. Esta última tuvo varias causas determinantes: la translación de su arte (desde Atenas a Roma) y el resplandor alcanzado por éste en Grecia, la instalación de los artistas griegos en Italia, la imitación de los órdenes griegos y el hurto de las obras del arte griego por parte de los romanos.
El arte romano es sus distintas modalidades
Arquitectura romana
La arquitectura romana empleaba de manera constante varios elementos característicos: la bóveda, el aparejo etrusco, entre otros. Se reforzaron los soportes verticales, se eliminaron las columnatas internas y se varió la composición de los planos. El más frecuente fue el plano circular.
La arquitectura posee particulares tales como la búsqueda de la utilidad, la grandeza material, la búsqueda de la fuerza, la afirmación del carácter y la impresión de duración (a diferencia del arte griego, que sólo buscaba la belleza, las proporciones y la búsqueda de la forma). Para los romanos, el arte no era más que un instrumento, un modo de asegurar su imperio…
Los principales monumentos del arte romana son: los Templos, las Basílicas –edificios destinados a reuniones de negocios–, las Termas, los Anfiteatros, los Circos, los Teatros –con peculiaridades como la falta de carácter religioso, la amplitud de la tribuna, etcétera–, los Acueductos, los Puentes, los Caminos, el Foro –plaza pública rodeada de pórticos y edificios religiosos y civiles– los Palacios y las Tumbas.
Se imitaron, además, órdenes griegos: el dórico se transformó en toscano (sin estrías, cuyo capitel se complicó con anillos), el jónico (con capitel reducido en la altura), el corintio (el más empleado, con capitel decorado con el acanto blando y a veces con hojas de olivo) y el entablamento corintio (cargado de molduras y bajorrelieves esculpidos). Hubo una creación romana, el orden compuesto, que era una mezcla del orden corintio y del jónico. La ordenanza romana poseía varias particularidades: la superposición de órdenes, el empleo de la arcada y las columnas yuxtapuestas a la arcada.
Las casas romanas, caracterizadas por la existencia de un patio o atrium, no tenían chimeneas ni decoraciones, había pinturas sobre las paredes de las salas, fuentes de mármol, partes de mosaico, un pequeño “altar” para los dioses del hogar (llamado tablinum), dormitorios, un comedor, etcétera.
Escultura romana
La escultura griega tuvo una gran influencia sobre la romana. La misma conformaba las distintas escuelas entre los romanos: la Escuela Asiática (escultores de Asia Menor), la Escuela Ática y la Escuela Arcaica (llamada de Pasiteles).
Los distintos géneros de la escultura de estilo romano fueron: las estatuas mitológicas y alegóricas, los retratos (en busca de la verdad y la semejanza), los bajorrelieves históricos y los monumentos funerarios. Esta última consistía en retratos del difunto en un medallón, motivos ornamentales, representaciones del oficio del difunto, imitaciones de las pinturas de Pompeya y escenas de leyendas helénicas (alusiones a la muerte).
Pintura romana
Con respecto de la pintura romana, se destaca que en los principios la imitación por el color y en engaño de relieves arquitectónicos era clara, característica perdida más tarde, pues no existió más verosimilitud, se falseó la perspectiva, etcétera.
El arte fue frívolo, gracioso, imaginativo y fantasioso. Se representaron escenas mitológicas; los ornamentos pequeños fueron más numerosos.
Arte decorativo romano
Por otra parte, el arte decorativo se favoreció con el progreso de la riqueza y el lujo romano. Los ornamentos eran griegos, pero más cargados. El acanto romano tenía hojas carnosas, cortas y anchas.
El mosaico poseía dos géneros: el geométrico y el pintoresco (esta última era una reproducción de perspectivas y de cuadros).
La ornamentación era de metal, los pies de los muebles estaban hechos de discos superpuestos, las mesas poseían formas variadas (con pies en forma de patas de león) y las sillas tenían un respaldo inclinado y redondeado.
Por otro lado, en el arte de Roma se destacan también la orfebrería, las monedas (soberbias con efigies y retratos), la joyería, la cristalería y la cerámica.
Arte romano – Ensamble de Ideas – Copyright MMXXII.