Historia de La Basílica de San Pedro: la Iglesia más grande del mundo

La Basílica de San Pedro, ubicada en el Vaticano, es uno de los principales lugares sagrados del Cristianismo y una de las iglesias más importantes del mundo. Su construcción comenzó en el año 1506 y se prolongó durante varios siglos, involucrando a destacados arquitectos y artistas de renombre. Es recomendable comprar las entradas para El Vaticano y capilla Sixtina con antelación, hoy en día en plataformas online es muy sencillo.

La Basílica de San Pedro

interior de la Básilica de Pedro

La Basílica de San Pedro está compuesta por diversas partes arquitectónicas y espacios significativos. En primer lugar, se destaca su imponente fachada principal, formada por una serie de columnas que rodean la Plaza de San Pedro. Al ingresar, se encuentran las naves principales de la basílica, con sus majestuosas columnas y capillas laterales. En el corazón de la basílica se encuentra el altar mayor, y detrás de él se encuentra el presbiterio, donde se encuentra la Catedral de San Pedro

La basílica fue edificada en el lugar donde, según la tradición, se encontraba el sepulcro del apóstol Pedro. Su nombre original era Simón y, además de ser un pescador de Galilea, fue también uno de los discípulos más cercanos a Jesús en el cristianismo. Según la tradición cristiana, Jesús le dio el nombre de Pedro, que significa “roca”, y afirmó que sobre esa roca edificaría su iglesia.

En sus inicios, la construcción de la basílica estuvo a cargo del arquitecto Donato Bramante, quien diseñó una planta centralizada con una cúpula imponente. Sin embargo, tras la muerte de Bramante en el año 1514, varios arquitectos continuaron el proyecto, adaptando y modificando el diseño original. Entre ellos se encontraban Carlo Maderno y, sobre todo, Miguel Ángel.

Miguel Ángel fue un renombrado artista del Renacimiento italiano, conocido sobre todo por su excepcional talento y por su impacto duradero en el arte y la cultura occidental. Este referente se destacó en diversas disciplinas artísticas como la escultura, la pintura y la arquitectura, y su influencia se extendió por siglos, ya que es el creador de obras maestras como la escultura del David o la pintura del techo de la Capilla Sixtina, desafiando los límites creativos de su época.

Una de sus mayores contribuciones al arte mundial fue la magnífica cúpula que diseñó para la Basílica. Su construcción se llevó a cabo a lo largo de varios años y se completó en 1590. La cúpula se destaca por su imponente tamaño y su estructura arquitectónica ingeniosa, aunque sobre todo por su decoración interior con frescos representativos del Juicio Final, lo que la ha convertido en uno de los símbolos más reconocidos de la basílica y de la ciudad de Roma en su conjunto.

Además de la arquitectura impresionante, la Basílica de San Pedro alberga una gran cantidad de obras de arte, incluyendo la escultura La Pietà, también de Miguel Ángel, y el baldaquino de San Pedro, obra del italiano Gian Lorenzo Bernini, una estructura majestuosa de bronce dorado ubicada en el altar mayor. Estas obras maestras artísticas son un testimonio de la riqueza cultural y espiritual que se encuentra en la basílica.

La historia de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano

La historia de la Basílica de San Pedro también está marcada por acontecimientos significativos. Este lugar ha sido elegido para los funerales de numerosos Papas a lo largo de la historia, incluyendo el de Juan Pablo II en 2005. Pero siguiendo con la frase “muerte y resurrección”, también ha sido el escenario para la coronación de varios Papas, uno de los eventos más destacados dentro de la Iglesia Católica.

Pero este escenario también ha sido relevante políticamente, ya que la Basílica de San Pedro ha sido el escenario de visitas de líderes mundiales y figuras destacadas. Algunos de los más destacados que han sido recibidos por el Papa en este importante lugar fueron desde políticos como Barack Obama y John F. Kennedy, hasta líderes religiosos de diferentes tradiciones y confesiones, como el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, o el Gran Imán de Al-Azhar, o incluso músicos y compositores como Ludwig van Beethoven y Wolfgang Amadeus Mozart.

Recomendaciones

Hoy en día, la Basílica de San Pedro sigue siendo un destino popular para los peregrinos y turistas que visitan Roma. Su grandiosidad arquitectónica, su vasta colección de arte y su significado espiritual la convierten en un lugar de interés incomparable.

Si tienes planeado visitar la Basílica, es recomendable llegar temprano para evitar las largas filas y multitudes. No olvides llevar una identificación válida, ya que es obligatoria para ingresar. Asimismo, ten en cuenta que se deben seguir las normas de comportamiento y respeto dentro del recinto sagrado. 

Por último, aprovecha la oportunidad de subir a la cúpula para disfrutar de una vista panorámica impresionante de la Ciudad del Vaticano.