H. R. Gómez

“SOBRE EL MALDITO DESAMOR DE LOS ENFERMOS”

nos eran comunes los sentimientos nerudinos, casi deseosos de satisfacerse de nosotros. y esa noche, enaltecida y vital, dieron ascenso a nuestra locura. nos llamábamos ‘enfermos’; lo estábamos. se nos ocurrían los apodos más alegres y vivaces, los desperdiciábamos. si venus hubiese sido santa, bendita nuestra religión. nos agradecíamos, nos felicitábamos, nos volvíamos ansiosos de […]

Deslizar arriba